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martes, 5 de noviembre de 2024

Posverdad: Reconstruyendo realidades en un mundo de narrativas fragmentadas


Vivimos en una era que algunos han denominado “la era de la posverdad”, una época en la que los hechos objetivos parecen tener menor influencia en la opinión pública que las emociones o creencias personales. En este contexto, lo “verdadero” ha dejado de ser un consenso basado en evidencias compartidas para convertirse en un constructo completamente moldeable y adaptable a las narrativas de cada persona o grupo. Como terapeuta y constructivista este fenómeno plantea preguntas profundas sobre la naturaleza de la realidad y el papel de la psicoterapia en un mundo donde las certezas se desvanecen.

La Construcción de la Realidad: Entre Narrativas y Creencias

Desde una perspectiva constructivista nunca ha habido una realidad única y objetiva, sino una multiplicidad de realidades construidas por cada individuo y/o grupo a partir de sus experiencias, relaciones y marcos culturales. Sin embargo, en esta era de la posverdad, esta multiplicidad se ha vuelto más exageradamente evidente y, a la vez, más fragmentada. En lugar de hallar puntos de encuentro, las narrativas se polarizan, se refuerzan y se convierten en burbujas de sentido, donde los hechos son secundarios frente a las interpretaciones a veces completamente desligadas de las evidencias.

En mi práctica he observado cómo este fenómeno influye en la forma en que las personas interpretan sus propios conflictos y relaciones. Por ejemplo, los clientes a menudo llegan con narrativas influenciadas por discursos sociales que pueden reforzar aún más su percepción de victimización, impotencia o rabia. Aquí, el desafío para el terapeuta no es corregir estas narrativas o imponer una "verdad", sino abrir espacios de reflexión y cuestionamiento que permitan una comprensión más amplia y flexible de la experiencia.

El Papel del Terapeuta en un Mundo de Posverdad

En este entorno, el rol del terapeuta se asemeja al de un facilitador de diálogos internos y externos. Cuando los clientes traen consigo realidades profundamente influenciadas por las narrativas de la posverdad, el objetivo por supuesto no es descalificar sus creencias, sino comprender el origen y la función que cumplen en su vida. ¿Qué necesidad está cubriendo esa creencia? ¿Qué miedo o vulnerabilidad está escondiendo? Preguntas como estas permiten ir más allá de la superficie de las afirmaciones para explorar el significado subyacente.

Al hacerlo, evitamos caer en una confrontación directa con lo que el cliente percibe como su realidad, ya que dicha confrontación podría reforzar sus aparentes certidumbres y reificar aún más su narrativa. En lugar de ello, la meta es fomentar un diálogo en el que las interpretaciones puedan coexistir y, eventualmente, ser cuestionadas desde un lugar de seguridad y empatía.

Caso Ejemplo: La Historia de Ana

Ana acudió a consulta en medio de una crisis familiar que había fracturado la relación con sus padres. Durante nuestras primeras sesiones, me contaba cómo estaba convencida de que sus padres estaban manipulados por los medios de comunicación, quienes —según ella— distorsionaban la realidad para generar miedo y obediencia. Desde la perspectiva de Ana, sus padres habían sido víctima de un “lavado de cerebro” y estaban completamente cerrados a cualquier otra forma de ver el mundo. Ella, por su parte, se sentía impotente e incomprendida.

El enfoque inicial fue comprender cómo Ana había llegado a construir esta narrativa y qué función cumplía en su vida. Durante el proceso, fuimos desvelando que esta percepción le ayudaba a mantener una distancia emocional con sus padres, protegiéndose del dolor de sentirse rechazada por ellos. Sin embargo, también le estaba impidiendo conectar con sus propias vulnerabilidades y abrirse a la posibilidad de un diálogo diferente.

Al invitar a Ana a explorar cómo se sentía al ver a sus padres bajo esta luz tan negativa, empezaron a surgir emociones de tristeza y miedo. Poco a poco, nos enfocamos en validar esos sentimientos y en cuestionar de manera no confrontativa qué podría significar para ella abrirse a la posibilidad de que sus padres también estuvieran intentando, a su manera, lidiar con la incertidumbre de un mundo que les resultaba confuso.

Reencuadrando la Realidad: De lo Rígido a lo Relativo

Un fenómeno común en la era de la posverdad es la rigidez de las creencias. Las personas tienden a aferrarse a aquellas versiones de la realidad que validan sus emociones o les brindan un sentido de pertenencia y seguridad. Como constructivista, creo que el reencuadre de estas creencias no es un simple ejercicio retórico, sino un proceso profundo que implica resignificar el pasado y abrirse a nuevas formas de ver el presente y el futuro.

Cuando un cliente se siente atrapado en una visión del mundo que le genera sufrimiento, el reencuadre no busca invalidar su experiencia, sino ampliar su perspectiva. La pregunta no es si algo es verdadero o falso, sino cómo esa creencia afecta a su vida y a sus relaciones, y qué nuevas perspectivas podrían ser más enriquecedoras y útiles para su bienestar.

Construyendo un Espacio de Confianza en Tiempos de Desconfianza

La era de la posverdad también ha traído consigo una creciente desconfianza hacia las instituciones, los medios y, en general, hacia la figura de los “expertos”. En este contexto, el terapeuta puede ser percibido como un representante de esa autoridad que muchas personas han aprendido a cuestionar. Por ello, resulta fundamental que la relación terapéutica se construya desde la autenticidad, la transparencia y el respeto mutuo.
Crear un espacio de confianza implica mostrarse abierto a escuchar y validar la experiencia del cliente, incluso cuando sus creencias puedan parecernos inflexibles o distorsionadas. Desde esta base segura, es posible explorar conjuntamente qué historias se están contando y cómo esas historias afectan la forma en que la persona se relaciona consigo misma y con el mundo.

Conclusión: Psicoterapia en la Era de la Posverdad

En definitiva, la era de la posverdad nos invita a reflexionar sobre el papel de la psicoterapia en un mundo donde las certezas son cada vez más frágiles y las narrativas más polarizadas. Como terapeutas, no nos corresponde determinar qué es verdadero o falso, sino facilitar un espacio donde las personas puedan cuestionar, explorar y reconstruir sus realidades de una manera más consciente y compasiva.

La posverdad no es sólo un fenómeno social o mediático, sino también un desafío personal para cada uno de nosotros. Nos invita a ser humildes en nuestras certezas, a abrirnos a nuevas perspectivas y a recordar que, en última instancia, lo que realmente transforma no son las verdades absolutas, sino los significados que construimos en nuestras vidas y relaciones.

sábado, 2 de noviembre de 2024

DANA España 2024: Procesar la pérdida y el duelo tras desastres naturales. Luis Botella y Robert A. Neimeyer.


Procesar la pérdida y el duelo tras desastres naturales es algo profundamente personal. En estos casos, a diferencia de otros tipos de pérdida, hay una situación multitraumática añadida, ya que la pérdida de familiares o seres queridos se acompaña de muchas otras (del hogar, las pertenencias, el lugar de trabajo, la normalidad académica, los transportes, las condiciones de vida, la seguridad, la atención médica...). Es esperable que con el tiempo se puedan recuperar algunas de esas necesidades prácticas básicas, alcanzando una "nueva normalidad", tal como experimentamos hace años después de la pandemia y el confinamiento. Sin embargo, dada la magnitud de las inundaciones y sus secuelas en el caso que estamos viviendo, algunas cosas nunca volverán a ser iguales: nuestras posesiones más preciadas pueden haber sido arrastradas por el temporal; los árboles del parque del vecindario derribados por el torrente de agua y escombros; edificios históricos estructuralmente dañados reemplazados por construcciones contemporáneas... y, por supuesto y lo más doloroso de todo, pérdidas de personas que les daban sentido a nuestras propias vidas.

Más sutilmente, pero con la misma profundidad, nuestras creencias fundamentales—que el mundo es seguro, que la vida es justa, que tenemos cierto control sobre lo que nos sucede, y quizás incluso nuestra confianza en las autoridades, en el destino, en Dios o en el universo—pueden haber sido arrasadas junto con nuestras pertenencias físicas, dejándonos en un paisaje que nos parece ajeno por el desastre. Estos efectos psicológicos del trauma pueden perdurar durante años.

¿Qué se puede hacer para adaptarse a un cambio tan catastrófico? A continuación sugerimos algunas estrategias que pueden ayudar en este difícil camino, después de los primeros días o semanas de shock inmediato y la necesidad urgente de orientación sobre la realidad de la pérdida y la recuperación de las condiciones de vida esenciales:

  • Reconoce y valida tus emociones: Es normal experimentar una amplia gama de sentimientos tales como tristeza, rabia, confusión, impotencia o entumecimiento. Todos ellos son expresiones de duelo por la pérdida de personas, lugares y recursos que alguna vez dieron un sentido familiar a la vida. Aceptar y entender que estas emociones son respuestas naturales a la pérdida es un paso crucial para reconstruirse.
  • Conecta con recursos comunitarios: Muchas comunidades ofrecen servicios de apoyo para los supervivientes de desastres, incluyendo asesoramiento y programas de ayuda. Acceder a estos recursos puede brindar un apoyo adicional.
  • Busca apoyo: Conéctate con amigos, familiares o grupos de apoyo que puedan ofrecerte escucha y apoyo emocional. Ya sea cara a cara o en redes sociales, busca la compañía de otros que "han pasado por lo mismo", que entienden lo que tú y tu familia estáis atravesando, y que pueden ofrecer consejos constructivos sobre cómo afrontarlo mejor. Compartir tus experiencias puede aliviar sentimientos de aislamiento y fomentar un sentido de comunidad.
  • Participa en rituales significativos: Organiza o participa en rituales personales, comunitarios o culturales que honren la pérdida según tus valores y creencias; funerales, memoriales, o la creación de algún tipo de homenaje o legado. Estas prácticas pueden aportar sentido, transición y respeto por tu pérdida, y reafirmar tu conexión con una comunidad más amplia de apoyo.
  • Mantén una rutina: Ante eventos aleatorios y caóticos, busca un nuevo sentido de orden y normalidad, tanto para ti como para tu familia. Cocinad y comed juntos en cuanto las condiciones lo permitan. Vuelve lo antes posible a los horarios normales de despertarse, trabajar, estudiar y dormir. Reestablecer gradualmente rutinas diarias puede aportar una sensación de nueva estabilidad, ayudándote a ti y a tus seres queridos a manteneros centrados en tiempos turbulentos.
  • Exprésate creativamente: Cuando las pérdidas van más allá de lo que el lenguaje literal puede capturar es frecuente que recurramos al arte para expresar lo inexpresable: el Guernica de Picasso es un buen ejemplo. Usa medios como la escritura creativa, el arte o la música para procesar emociones que pueden ser difíciles de expresar verbalmente.
  • Limita la exposición a medios de comunicación: La exposición continua a noticias relacionadas con el desastre puede magnificar el estrés y la ansiedad. Más allá de escuchar o leer avisos importantes, establecer límites en el acceso a los medios puede ayudar a gestionar el bienestar emocional.
  • Practica el autocuidado: Prioriza tu salud física mediante un descanso adecuado, una nutrición equilibrada y ejercicio, incluso si es trabajo físico de limpieza, desescombro o reparación. Gradualmente, trabajando juntos, el mundo puede ser reconstruido. Realizar actividades que te brinden calma y relajación también puede contribuir a la recuperación emocional.
  • Ofrece cuidado a los demás: Más allá de atender a tus propias necesidades reales, considera lo que podrías ofrecer a otros, especialmente a aquellos más vulnerables que tú: un niño asustado o triste, un vecino en duelo, una persona mayor aislada. Actos sencillos de amabilidad, como ayudar en la limpieza, preparar una comida especial o visitar a alguien para tomar un café, pueden contribuir a reconstruir lazos, mejorar la seguridad y recordarnos que aún tenemos cierto control sobre cómo respondemos a circunstancias trágicas que no elegimos.
  • Vive según tus valores: Las crisis también pueden movilizar acciones conscientes. ¿Este desastre reveló vulnerabilidades cruciales en la gestión de sistemas de prevención que requieren una inversión gubernamental importante? ¿Podría ser una "llamada de atención" para actuar políticamente y abordar aún más a fondo el cambio climático a nivel nacional e internacional? Expresar tus preocupaciones y abogar por ellas ahora y en futuras elecciones puede ser una contribución constructiva hacia un futuro más habitable, no sólo para nosotros, sino también para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.
  • Busca ayuda profesional: Si los sentimientos de duelo se vuelven abrumadores o persisten, considera consultar a un profesional de salud mental con experiencia en trauma, pérdida y duelo. Pueden ofrecer estrategias personalizadas para ayudarte a sobrellevar tus pérdidas y encontrar una forma de adaptación.
  • Sé paciente contigo mismo: El duelo es un proceso no lineal que varía para cada individuo. Date el tiempo y el espacio necesarios para rehacerte sin imponer plazos o expectativas estrictas. Al igual que el impacto físico de la DANA en las comunidades llevará tiempo en repararse, también lo harán sus efectos en quienes deben vivir en medio de estos factores de estrés mantenidos.



Recuerda que reconstruir la vida tras una pérdida por desastres naturales es un proceso gradual. Estas estrategias pueden ayudarte a navegar el camino hacia la recuperación y encontrar un sentido después de eventos con efectos tan profundos.

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Robert A. Neimeyer

El Dr. Robert A. Neimeyer es un psicólogo y psicoterapeuta estadounidense reconocido mundialmente por sus aportes en el estudio del duelo y la psicoterapia constructivista. Es Profesor Emérito del Departamento de Psicología en la Universidad de Memphis y editor de las prestigiosas revistas científicas Journal of Constructivist Psychology y Death Studies. Mantiene una práctica activa de consultoría y terapia y es 
el director del Portland Institute for Loss and Transition, una institución dedicada a ofrecer formación internacional e interdisciplinaria para profesionales de la salud mental que trabajan con personas que pasan por pérdidas significativas. Además de su rol directivo, Neimeyer participa activamente en la formación y supervisión de programas internacionales de certificación en terapia de duelo basados en el enfoque de reconstrucción de significado.

Ha sido Presidente de la Association for Death Education and Counseling (ADEC) y del International Work Group for Death, Dying, & Bereavement. Ha publicado más de 600 artículos de investigación y 35 libros sobre pérdidas y duelo, así como sobre psicoterapia constructivista. Entre sus obras destacadas se encuentra Aprender de la pérdida: Una guía para afrontar el duelo, en la que ofrece una perspectiva innovadora sobre el proceso de duelo, considerándolo un proceso activo de reconstrucción de significado.

Su enfoque crítico hacia las teorías tradicionales del duelo ha influido en la comprensión contemporánea de este, enfatizando la importancia de los significados personales y culturales en la experiencia de la pérdida.

viernes, 1 de noviembre de 2024

La Importancia del significado en la experiencia humana: Un enfoque psicoterapéutico

En psicoterapia, a menudo nos encontramos buscando soluciones, técnicas y estrategias que permitan aliviar el sufrimiento de las personas que nos consultan. Sin embargo, en esta búsqueda a veces olvidamos que el corazón de la experiencia humana no reside en las técnicas, sino en el significado que le otorgamos a nuestras vivencias. Desde una perspectiva constructivista, la creación de significado se convierte en el eje central del proceso terapéutico, donde tanto el cliente como el terapeuta exploran juntos los matices de cada historia.

La Búsqueda de Sentido como Necesidad Fundamental

Victor Frankl, en su obra sobre logoterapia, señalaba que la búsqueda de sentido es una necesidad fundamental del ser humano. Esta idea ha sido retomada y enriquecida desde enfoques más contemporáneos, como el constructivismo, donde el foco no es encontrar un sentido único, sino explorar múltiples significados posibles para cada experiencia. En la vida cotidiana, las personas constantemente reconstruyen su identidad a través de los relatos que se cuentan a sí mismas y a los demás, en un proceso dinámico de dar sentido a lo vivido.

En este contexto, el papel del terapeuta es el de un acompañante que facilita el descubrimiento de nuevos significados y abre la puerta a formas alternativas de comprensión. A diferencia de una visión más prescriptiva de la psicoterapia, en un enfoque constructivista la pregunta esencial no es "¿qué te pasa?" sino "¿qué significa para ti lo que te pasa?". Esta pregunta invita a una exploración profunda, no sólo de los eventos, sino de la vivencia subjetiva que acompaña a cada historia.

Significado y Relación: El Vínculo como Transformador

La relación terapéutica juega un rol crucial en el proceso de creación de significado. Es en el encuentro entre el terapeuta y el cliente donde emergen nuevas formas de ver el mundo y de comprender lo vivido. La confianza y la autenticidad en la relación permiten al cliente arriesgarse a cuestionar creencias profundamente arraigadas y a abrirse a nuevas formas de interpretar su experiencia.

En mi práctica, me he encontrado con personas que llegan con historias aparentemente "cerradas", donde el significado de sus experiencias se presenta como una verdad absoluta e inamovible. Sin embargo, al ofrecer un espacio seguro para el diálogo y la reflexión, se puede empezar a vislumbrar otras perspectivas que enriquecen la comprensión de lo vivido. La relación se convierte entonces en un vehículo para el cambio, donde se transita del "esto es así" al "quizás podría ser de otra manera".

Desconstrucción y Reconstrucción: Un Viaje de Autodescubrimiento

Desde el enfoque constructivista, el trabajo terapéutico no se centra en resolver problemas, sino en comprender y reinterpretar las experiencias que generan esos problemas. De esta manera se desconstruyen las historias dominantes que limitan la forma en que las personas perciben su realidad, permitiendo abrirse a narrativas más flexibles y adaptativas. Este proceso de desconstrucción puede ser liberador, ya que permite tomar distancia de creencias autoimpuestas y explorar nuevas formas de ser y estar en el mundo.

La reconstrucción, por otro lado, es un proceso activo y creativo, donde la persona no se limita a interpretar sus experiencias pasadas, sino que se proyecta hacia el futuro de una manera más consciente y significativa. En este sentido, la terapia se convierte en un espacio para imaginar nuevas posibilidades y para construir una historia de vida más coherente con los deseos y aspiraciones del cliente.

Conclusión: La Terapia como Arte de Construir Significado

En última instancia, la terapia constructivista se puede entender como un arte de construir significado. No se trata de ofrecer respuestas definitivas, sino de acompañar a la persona a descubrir sus propias respuestas, a través de un diálogo abierto y una relación auténtica. Es un proceso de co-creación, donde ambos, terapeuta y cliente, se encuentran en un espacio compartido de vulnerabilidad y aprendizaje mutuo.

Al fin y al cabo, la búsqueda de sentido no es un destino final, sino un camino en constante construcción. Y quizás ahí radique la esencia misma de la experiencia humana: en la capacidad de construir y reconstruir el significado de nuestras vivencias, una y otra vez.

miércoles, 30 de octubre de 2024

Vulnerabilidad y psicoterapia: Una perspectiva constructivista

La vulnerabilidad es una condición humana que nos conecta profundamente con la experiencia de vivir. En psicoterapia, esta palabra cobra una relevancia especial, ya que es en el espacio terapéutico donde se desvelan y resignifican aspectos frágiles de quienes nos consultan. Desde una perspectiva constructivista, la vulnerabilidad no se entiende como debilidad, sino como una oportunidad para construir nuevos significados y explorar narrativas alternativas.

La Vulnerabilidad como Puerta al Cambio
Uno de los fundamentos del enfoque constructivista es que las personas no están limitadas a/por su pasado o a/por sus diagnósticos, sino que están constantemente reescribiendo su historia a partir de sus experiencias y relaciones. En este sentido, reconocer la vulnerabilidad implica abrir un espacio para la transformación, permitiendo a la persona cuestionar las historias dominantes que han moldeado su forma de ver el mundo y sus relaciones.
Desde esta perspectiva, las experiencias de vulnerabilidad no se trabajan exclusivamente desde la narrativa del sufrimiento, sino como una manifestación genuina del ser que busca ser comprendida y reformulada. En este proceso, el rol del terapeuta no es el de un experto que corrige, sino el de un acompañante que ayuda a cuestionar y resignificar la realidad construida por el paciente.

La Relación Terapéutica como Base Segura

En la práctica, trabajar con la vulnerabilidad requiere crear una base segura que permita al cliente abrirse a explorar aquellas áreas sensibles que quizás nunca han sido compartidas. La confianza y la autenticidad en la relación terapéutica son fundamentales para que la persona se sienta validada y, a su vez, dispuesta a arriesgarse a descubrir aspectos de sí misma que ha mantenido ocultos.

En mi experiencia, la construcción de esta base segura comienza con una escucha atenta, libre de (pre)juicios, y con una validación genuina de las experiencias de quien tenemos delante. Más allá de las técnicas, lo que define el trabajo con la vulnerabilidad es la disposición del terapeuta para mostrarse humano y cercano, dejando de lado las máscaras profesionales.

Reescribiendo Narrativas de Miedo y Desconfianza

Es habitual que las personas que acuden a consulta hayan construido una narrativa basada en el miedo, la desconfianza o la sensación de no ser suficientes. Sin embargo, estas narrativas son maleables, abiertas a la interpretación y reinterpretación a través del diálogo terapéutico. El constructivismo invita a explorar las historias de vida desde diferentes ángulos, proponiendo nuevas formas de comprender lo vivido.

Al trabajar con personas que se sienten atrapadas en sus narrativas de vulnerabilidad, el objetivo no es eliminar esa sensación, sino comprender qué significado tiene para ellas y qué función cumple en su vida actual. Esta comprensión puede abrir la puerta a narrativas más complejas y matizadas, que integren la vulnerabilidad como una parte valiosa de la historia personal, y no como un obstáculo a superar.

Conclusión: La Vulnerabilidad como Camino hacia la Autenticidad

En última instancia, la vulnerabilidad se convierte en un camino hacia la autenticidad, tanto para el cliente como para el terapeuta. Cuando ambos se permiten mostrarse genuinamente, se crea un espacio de encuentro en el que las etiquetas y diagnósticos se desvanecen, dejando lugar a la construcción conjunta de significados. Este proceso, aunque retador, es profundamente transformador, ya que permite reconectar con aspectos esenciales de la experiencia humana que a menudo son olvidados o silenciados.

En este viaje terapéutico, acompañar al cliente a resignificar su vulnerabilidad es, quizás, una de las tareas más desafiantes y gratificantes... no porque busquemos eliminarla, sino porque invitamos a vivirla de una forma más consciente y enriquecedora.

viernes, 25 de octubre de 2024

La realidad como sistema complejo

Deep Dive Podcast


La realidad es el resultado agregado de todo lo que sucede, siempre sujeto a las leyes de la causalidad (acción y reacción) en el tiempo y el espacio. Esto hace que sea una colección de agentes (entidades que actúan—por ejemplo nuestros clientes) y fenómenos (las acciones mismas y sus consecuencias intencionales y no intencionales—por ejemplo lo que nuestros clientes se hacen a sí mismos y los unos a los otros).
        Estos agentes y fenómenos están interconectados porque se afectan entre sí. También son dinámicos porque cambian a lo largo del tiempo. Y finalmente, son cíclicos porque, en ausencia de un aprendizaje perfecto, los agentes tienden a repetir algunas de sus acciones, "buenas" y/o "malas", tarde o temprano. Es decir, conforman un sistema complejo.
        Consideremos una familia con dos hijos adolescentes--un hijo y una hija. El hijo mayor, Juan, tiene problemas de "mal comportamiento" en la escuela y un bajo rendimiento académico. Los padres, preocupados, deciden implementar reglas más estrictas y quitarle privilegios cuando muestra mal comportamiento u obtiene malas notas.
  • Inicialmente, esta solución parece funcionar y Juan mejora su conducta temporalmente. Sin embargo, la hija menor, María, comienza a rebelarse y tener problemas similares, sintiéndose resentida por las nuevas reglas estrictas impuestas en la casa que también le afectan a ella (interconexión).
  • Los padres entonces endurecen aún más las reglas con María también, lo que lleva a más conflictos familiares. Juan comienza a comportarse mal nuevamente, influenciado por la rebeldía de su hermana (dinámica).
  • Este ciclo continúa durante varios años, con los hijos mostrando mejores o peores comportamientos dependiendo de la severidad de las reglas aplicadas por los padres en respuesta a sus acciones previas. Los padres siguen ajustando su enfoque disciplinario, la relación entre ellos se ha deteriorado porque prácticamente sólo se ocupan de la disciplina y además no logran nunca una solución más o menos permanente (ciclicidad).
En este ejemplo:

  • Interconexión: El comportamiento de un hijo afecta e influencia al del otro, así como a las acciones de los padres.
  • Dinámica: Los comportamientos de todos los miembros de la familia cambian con el tiempo en respuesta a las acciones de los demás.
  • Ciclicidad: A pesar de intentos por corregirlo, la familia cae en patrones repetitivos de mal comportamiento y disciplina severa.

       Se trata de un sistema complejo en el que las acciones de cada agente (hijos, padres) tienen efectos no deseados e imprevistos en otros agentes, creando un ciclo difícil de romper sin un enfoque de sistemas que aborde las causas subyacentes.      

Además el funcionamiento de un sistema complejo de naturaleza psicosocial y mediado por el lenguaje se describe mejor mediante la lógica borrosa que mediante la lógica bivariada tradicional. La lógica borrosa es multivaluada y permite representar conceptos y variables con valores intermedios entre el falso (0) y el verdadero (1). Se basa en la teoría de los conjuntos borrosos o difusos, en los que la pertenencia de un elemento a un conjunto no es binaria sino gradual (borrosa, difusa) y definida por funciones de pertenencia. Esto permite manejar la imprecisión y ambigüedad característica de los sistemas complejos, modelando conceptos vagos o cualitativos mediante reglas y operaciones borrosas/difusas. En resumen, la lógica borrosa (multivaluada, difusa) proporciona un razonamiento aproximado que simula muy adecuadamente el pensamiento humano y resulta útil para sistemas que no siguen un comportamiento estricto regulado por valores de completamente verdadero vs. completamente falso.
        Los sistemas humanos, sean intrapsíquicos o interpersonales, se describen mejor en téminos de esta lógica debido entre otras a las siguientes razones:

  • Manejo de la ambigüedadimprecisión e incertidumbre: Los sistemas psicosociales mediados por el lenguaje involucran variables humanas tales como emociones, comportamientos, percepciones y relaciones interpersonales, las cuales son inherentemente ambiguas e imprecisas. La lógica borrosa permite manejar esta ambigüedad al trabajar con grados de pertenencia en lugar de valores dicotómicos (verdadero/falso, sí/no).
    • Por ejemplo: “en general tiendo a sentirme bastante triste los domingos por la tarde y no tener ganas de salir… pero eso no es ni siempre ni necesariamente así… es más bien que bastantes domingos por la tarde, sobre todo si el lunes trabajo y tenía algo que hacer que no he hecho del todo, me siento bastante triste y abatida (incluso un poco ansiosa) a menos que haya algo que me motive mucho y me haga olvidar mi estado de ánimo.” [Lo cual es mucho más matizado que “si es domingo por la tarde entonces estoy triste"].
  • Gradualidad y solapamiento: En los sistemas psicosociales mediados por el lenguaje, las transiciones entre estados o categorías son generalmente graduales y borrosas, no abruptas. La lógica borrosa captura estos solapamientos y transiciones suaves mediante funciones de pertenencia graduales.
    • Por ejemplo: Uno no se hace “mayor” de repente al cumplir cierta edad, más bien va pasando de adolescente a joven, joven/adulto, adulto... a medida que va pasando el tiempo y va viviendo experiencias significativas para él. [De hecho si se tuviese la sensación subjetiva de haberse hecho mayor de golpe por algún acontecimiento vital daría la sensación de que hemos padecido algún evento traumático].
  • Contextualidad: La conducta y las decisiones humanas están fuertemente influenciadas por el contexto. La lógica borrosa permite incorporar el contexto y las circunstancias específicas en las reglas y funciones de pertenencia.
    • Por ejemplo: Decidir cómo reacciono a un comentario halagador sobre mi apariencia depende de quién me lo haga, y puede ir desde muy negativamente (por ejemplo si el contexto es de acoso) a muy favorablemente si me lo hace mi tía favorita de 90 años a la que adoro.
  • Razonamiento aproximado: Los humanos razonamos y tomamos decisiones de manera aproximada mucho más a menudo que con precisión absoluta (precisamente porque estamos inmersos en sistemas complejos que no son precisos). La lógica borrosa imita este razonamiento aproximado al permitir respuestas parcialmente verdaderas o falsas.

    • Por ejemplo: Si este mes he gastado bastante, tendré que ahorrar mucho el siguiente porque me he quedado con muy pocos fondos y mis ingresos del mes que viene son más bien bajos. [De nuevo este es un razonamiento mucho más matizado que “si gasto entonces tengo que ahorrar”. De hecho en este caso este segundo no es ni siquiera correcto por exceso de generalización, porque si gasto muy poco y mis ingresos el mes que viene son muy elevados, entonces puede que ni siquiera tenga que ahorrar].
  • Modelado de la complejidad y multifactorialidadLos sistemas psicosociales mediados por el lenguaje son extremadamente complejos, con múltiples variables interrelacionadas. La lógica borrosa es adecuada para modelar esta complejidad al combinar varias reglas borrosas. Estos sistemas suelen estar influenciados por múltiples factores interrelacionados que pueden ser difíciles de modelar con precisión utilizando métodos de análisis bivariado tradicionales. La lógica borrosa permite integrar múltiples variables y sus interacciones de manera más efectiva, lo que facilita una representación más realista de la complejidad del sistema.
    • Por ejemplo: Mi satisfacción en el trabajo últimamente ha sido... aceptable, ni muy alta ni muy baja. El salario es razonablemente bueno, pero el ambiente laboral ha sido un poco tenso. Mi jefe generalmente es bastante comprensivo, pero a veces puede ser demasiado exigente. Las tareas en sí no son particularmente emocionantes, pero tampoco son abrumadoras. Me llevo bien con la mayoría de mis compañeros, pero hay un par con los que tengo roces ocasionales. Las oportunidades de crecimiento profesional son algo limitadas, pero al menos el trabajo es estable. Las instalaciones y los recursos provistos son aceptables, ni excelentes ni deplorables. En general, no estoy totalmente infeliz aunque tampoco plenamente realizado. Hay aspectos que me gustan y otros que me frustran, y algunos de los que me gustan son mucho más importantes para mí que los que me frustran. A veces pienso en buscar otro trabajo, pero luego recuerdo los beneficios que tengo aquí... quizás podría resolver parte de lo que no me gusta, pero pondría en riesgo lo que sí y algunas de esas cosas son especialmente importantes. Es una situación ambigua y mi nivel de satisfacción varía según el día y las circunstancias específicas.
  • No linealidad: Los sistemas psicosociales mediados por el lenguaje a menudo exhiben comportamientos no lineales; pequeños cambios pueden tener efectos desproporcionados o impredecibles en el sistema en su conjunto. La lógica borrosa es capaz de capturar estas relaciones no lineales y proporcionar un marco más adecuado para modelar la dinámica compleja de estos sistemas.
    • Por ejemplo: Marta está al límite después de aguantar los abusos de poder de su padre ante la aparente impotencia de su madre y la connivencia cómplice de sus dos hermanos mayores. Una noche en que se siente especialmente vulnerable por un problema grave con su pareja hace un rato, y justo cuando una amiga le ha dicho que se iba a vivir a un piso grande que le dejaba su tía, el padre de Marta le ordena de mala manera que se lleve a la cocina un plato sucio de la cena de uno de sus hermanos. Marta en lugar de eso se va a su habitación, hace una maleta con lo más necesario y con objetos de valor sentimental para ella, llama a su amiga y le dice que si pasa a buscarla se va a vivir con ella. Tras dos semanas de la marcha de Marta su madre contacta con un abogado para iniciar los trámites del divorcio. Sus dos hermanos se vuelven completamente en contra del padre diciendo que todo esto es culpa suya y él anuncia que también se va de casa aunque no sabe aún donde.
  • Adaptabilidad y flexibilidad: La lógica borrosa ofrece un enfoque más adaptable y flexible para modelar sistemas complejos, lo que permite la incorporación de información cualitativa, experiencial y subjetiva que puede ser difícil de cuantificar de manera precisa con métodos tradicionales.
    • Por ejemplo: Este es el ejemplo anterior modelado como Mapa Cognitivo Borroso (MCB).
En contraste a todo lo anterior, la lógica bivariada tradicional se basa en valores estrictamente verdaderos o falsos, lo cual es demasiado rígido y simplista para capturar la complejidad, la ambigüedad y la naturaleza gradual de los sistemas psicosociales mediados por el lenguaje—intenta aplicar lógica bivariada (sí/no) a cualquiera de los ejemplos anteriores y lo comprobarás. La lógica borrosa brinda un enfoque más realista y flexible, más humano, para describir y analizar estos sistemas complejos.
Dado que los problemas reales sólo pueden ocurrir dentro de los parámetros de la realidad, podemos concluir inequívocamente que los problemas reales también están interconectados, son dinámicos y cíclicos—y también lo están sus soluciones. Saber esto contiene la clave para resolver cualquier problema, al menos en teoría. Y esto no es un asunto menor.
Hasta aquí la definición abstracta de la realidad (no de su significado, por supuesto, que es una construccion personal y social). Queda claro es que la realidad es compleja y borrosa y que comprender cómo funciona es fundamental para resolver problemas y alcanzar nuestras metas porque no se puede resolver un problema con el mismo nivel de conciencia que lo creó. Muchas de las mentes más brillantes de la humanidad han proporcionado explicaciones de cómo funciona la realidad, por ejemplo,

  • Henri Poincaré (1854-1912): Matemático, físico, ingeniero y filósofo francés. Es considerado uno de los fundadores de la teoría del caos y los sistemas dinámicos no lineales. Introdujo conceptos claves como la sensibilidad a las condiciones iniciales y los atractores extraños.
  • Ludwig von Bertalanffy (1901-1972): Biólogo austríaco, fundador de la Teoría General de Sistemas, que buscaba principios unificadores aplicables a sistemas de diferentes campos.
  • Gregory Bateson (1904-1980): Antropólogo, biólogo, lingüista y filósofo británico, pionero en el estudio de la comunicación y la teoría de sistemas. Introdujo conceptos clave como la "cibernética de segundo orden" y la "ecología de la mente".
  • Heinz von Foerster (1911-2002): Físico y filósofo austríaco, pionero en la cibernética de segundo orden y el constructivismo radical, enfatizando la importancia de la auto-referencia en los sistemas complejos.
  • Ilya Prigogine (1917-2003): Físico y químico belga, pionero en la teoría de las estructuras disipativas y los sistemas alejados del equilibrio. Fue galardonado con el Premio Nobel de Química en 1977 por sus contribuciones fundamentales a la termodinámica de los procesos irreversibles y las estructuras disipativas.
  • Edward N. Lorenz (1917-2008): Meteorólogo y matemático estadounidense, conocido por su trabajo pionero en la teoría del caos y por acuñar el término "efecto mariposa" para describir la sensibilidad a las condiciones iniciales en los sistemas caóticos.
  • Edgar Morin (1921-): Filósofo y sociólogo francés, conocido por su enfoque en la complejidad y el pensamiento complejo, que aborda la interconexión de los sistemas y su carácter no lineal y emergente. A sus 102 años, continúa activo y publicando libros, según una entrevista reciente de enero de 2024.
  • Benoît B. Mandelbrot (1924-2010): Matemático polaco-francés, famoso por desarrollar la geometría fractal y aplicarla a diversos campos, desde la física hasta la economía, demostrando la naturaleza fractal de muchos sistemas complejos.
  • Humberto Maturana (1928-2021) y Francisco Varela (1946-2001): Biólogos chilenos conocidos por desarrollar la teoría de la autopoiesis y la visión de los sistemas vivos como sistemas complejos autorganizados.

  • John H. Holland (1929-2015): Científico de la computación y profesor estadounidense, conocido por su trabajo en sistemas complejos adaptativos, algoritmos genéticos y modelos basados en agentes.
  • Elinor Ostrom (1933-2012): Politóloga estadounidense, Premio Nobel de Economía en 2009, estudió los sistemas complejos de gobierno y gestión de recursos naturales.
  • Fritjof Capra (1939-): Físico austríaco y escritor, autor del influyente libro "La Trama de la Vida", donde explora los principios fundamentales de los sistemas vivos y la visión sistémica de la vida.
  • Per Bak (1948-2002): Físico danés, reconocido por desarrollar la teoría de la criticalidad auto-organizada, que describe cómo los sistemas complejos naturalmente se organizan en un estado crítico.
  • Isabelle Stengers (1949-): Filósofa belga de la ciencia, conocida por su trabajo sobre la complejidad, la termodinámica de los sistemas lejos del equilibrio y las críticas al reduccionismo.
        Estos científicos y pensadores han aportado ideas fundamentales para comprender la complejidad, la no linealidad, la emergencia y la auto-organización en diversos sistemas naturales, sociales y artificiales. Han contribuido a desarrollar una comprensión más profunda de la complejidad y las propiedades no lineales de los sistemas naturales, sociales y cognitivos, sentando las bases para el estudio de los sistemas complejos y la teoría del caos.

Una cosa que podemos concluir de su trabajo es que cualquier enfoque inspirado en un pensamiento basado en sistemas produce mejores resultados. Esto se debe a que la realidad se modela mejor como un sistema. Y en el caso de la realidad social, interpersonal e intrapsíquica de la que nos ocupamos los psicólogos como un sistema complejo regido por reglas borrosas.

        Aparte de las ya vistas, otras características que definen un sistema complejo son la emergencia, la retroalimentación, la sensibilidad a las condiciones iniciales, la imprevisibilidad, la autoorganización y las interconexiones. Estos sistemas se pueden encontrar en una variedad de contextos, desde la naturaleza hasta la sociedad. A continuación, se explican algunas de las características básicas de estos sistemas, con ejemplos de la vida social:

  • Emergencia: Los sistemas complejos no lineales exhiben propiedades emergentes que no se pueden predecir a partir de las propiedades individuales de sus componentes. Estos patrones o comportamientos emergen de las interacciones entre los componentes del sistema.
    • Ejemplo: Las tendencias culturales son un fenómeno emergente que surge de las interacciones sociales entre individuos. Nadie planea o diseña una tendencia específica (o, si lo hace, no siempre funciona como estaba planeado), sino que emergen de forma espontánea a partir de las preferencias y decisiones (inter)individuales.
  • Retroalimentación: Los sistemas complejos no lineales exhiben bucles de feedback, donde las salidas del sistema se retroalimentan como entradas, reforzando o mitigando sus efectos.
    • Ejemplo: En los mercados financieros, las expectativas y el comportamiento de los inversores pueden crear bucles de retroalimentación positiva o negativa. Si los inversores esperan un aumento en los precios, comprarán más, lo que efectivamente hará que los precios suban (retroalimentación positiva). Si los precios suben demasiado, los inversores pueden vender, lo que hará que los precios bajen (retroalimentación negativa).
  • Sensibilidad a las condiciones iniciales: Pequeños cambios en las condiciones iniciales pueden producir grandes diferencias en el comportamiento del sistema a largo plazo, lo que se conoce como el "efecto mariposa".
    • Ejemplo: En las relaciones interpersonales, pequeñas acciones o comentarios pueden tener un impacto desproporcionado en el desarrollo de la relación. Una discusión aparentemente menor o un comentario supuestamente intrascendente puede desencadenar una serie de eventos que conduzcan al deterioro o al fortalecimiento de la relación.
  • Imprevisibilidad: Debido a la naturaleza no lineal y la sensibilidad a las condiciones iniciales, el comportamiento de estos sistemas a largo plazo es inherentemente impredecible, incluso si se conocen las condiciones iniciales con precisión.
    • Ejemplo: El éxito o fracaso de una empresa o producto en el mercado es difícil de predecir con precisión, ya que depende de una compleja red de factores interrelacionados, como las preferencias cambiantes de los consumidores, las acciones de los competidores, las condiciones económicas y las decisiones de gestión.
  • Interconexiones: En un sistema no lineal, las partes del sistema están interconectadas de manera compleja, lo que significa que los cambios en una parte pueden afectar a múltiples otras partes del sistema de maneras impredecibles. 
    • Por ejemplo, en una red social en línea, un cambio en el comportamiento de un usuario puede propagarse rápidamente a través de conexiones sociales y afectar al comportamiento de otros usuarios de manera no lineal.
  • Autoorganización: Los sistemas no lineales a menudo exhiben capacidad de autoorganización, lo que significa que pueden generar estructuras o patrones complejos a partir de interacciones locales simples entre las partes del sistema.
    • Por ejemplo, en un mercado financiero, la interacción entre los inversores individuales puede dar lugar a patrones de comportamiento colectivo, como burbujas especulativas o pánicos financieros, que surgen de manera autoorganizada.

        Estos ejemplos ilustran cómo los sistemas sociales, económicos y culturales exhiben características de sistemas complejos no lineales, lo que los hace difíciles de predecir y controlar de manera precisa. Comprender estas características es crucial para abordar de manera efectiva los desafíos y oportunidades que presentan.

        El pensamiento basado en sistemas permite la capacidad de comprender la realidad en sus componentes fundamentales y describir los patrones de interacción entre ellos. Así es como revelamos la interconexión, el dinamismo y la ciclicidad de la realidad, permitiendo una comprensión equilibrada del todo y sus partes componentes. Esto es crucial para la solución de cualquier problema.


¿Qué es el Pensamiento Basado en Sistemas?


Muchas mentes brillantes han aplicado el pensamiento basado en sistemas, formal e informalmente, durante milenios. Al hacerlo, han resuelto problemas importantes y, lo que es igualmente significativo, han descubierto la existencia de patrones universales en la forma en que se desarrolla la realidad. Desde la física hasta la economía, desde la biología hasta la filosofía, desde la ingeniería hasta la psicología, estos patrones se mantienen para la mayoría de los sistemas, si no todos.

        Sin embargo, en el mundo académico, estos patrones a menudo se articulan en lenguaje específico de cada campo... entropíaretroalimentaciónequilibrio dinámicomecanismo de controlindividuación, etc. Esto crea un obstáculo para que el público en general pueda acceder, comprender y utilizar estos patrones universales para resolver sus problemas y alcanzar sus metas.

        Afortunadamente, alguien se tomó la molestia de traducir estos patrones al lenguaje cotidiano, preservando al mismo tiempo sus cualidades iluminadoras. Esta persona fue Peter Senge, y su "traducción" fueron las 11 Leyes del Pensamiento Sistémico, presentadas en su libro de 1990 La Quinta Disciplina.

       Las 11 Leyes del Pensamiento Sistémico de Senge son una hoja de ruta para describir cómo funciona la realidad, cómo surgen y persisten los problemas, y cómo las personas fracasan y tienen éxito al resolverlos. Al mirar un problema a través del lente de las 11 Leyes, se vuelve casi imposible no encontrar una solución adecuada. Además, al tenerlas presentes como mantras, desarrollamos buenas habilidades de observación, buen juicio, sentido de oportunidad y toda una serie de otras habilidades que son fundamentales para resolver problemas y alcanzar el éxito. Es por eso por lo que se ha llamado a las 11 Leyes “la Solución Universal a Cualquier Problema”.


Las 11 Leyes del Pensamiento Sistémico


A continuación se presentan las 11 Leyes del Pensamiento Sistémico de Senge con una breve explicación.

1. Los problemas de hoy provienen de las "soluciones" de ayer

Los problemas de hoy son siempre el resultado de decisiones pasadas, que, a su vez, generalmente provienen de intentar resolver un problema anterior. Por ejemplo, la producción farmacológica industrial de hoy en día ayuda a sanar a millones de personas que de otro modo morirían. Sin embargo, el uso excesivo de fármacos plantea riesgos sin precedentes para la salud. Esto ilustra el hecho de que, dado que la mayoría de las soluciones no son definitivas, la clave para el éxito continuo al resolver problemas futuros radica en nuestra capacidad de replantear la realidad y cambiar nuestro comportamiento regularmente.


       Considera el caso de unos padres sobreprotectores. Inicialmente, su objetivo era criar a un hijo seguro y protegido de cualquier daño potencial. Para lograr esto, implementaron soluciones tales como no dejar que el niño jugara en la calle, restringir sus actividades extracurriculares y monitorear de cerca sus amistades. En un principio, estas medidas parecían efectivas y el niño se mantenía físicamente a salvo. Sin embargo, a medida que el niño crecía, comenzaron a surgir nuevos problemas como consecuencia de esas "soluciones" iniciales.

        Al limitar tanto las experiencias y libertades del niño, éste no pudo desarrollar habilidades importantes como la independencia, la asunción de riesgos calculados, la resolución de problemas y las habilidades sociales. Esto llevó a que el ahora adolescente tenga dificultades para navegar en el mundo por su cuenta, manejar el estrés y formar relaciones saludables. Los padres sobreprotectores, al intentar resolver el problema de mantener a su hijo a salvo, terminaron creando nuevos problemas como la falta de confianza, ansiedad, inmadurez y dependencia excesiva en su hijo.

 2. Cuanto más empujes tú, más te empujará el sistema a ti

Implementar un cambio significativo y duradero requiere mucho esfuerzo. Esto se debe a que siempre depende de que las personas involucradas modifiquen su cosmovisión. Esto requiere inspiración y persuasión en lugar de "empujar". Cuando alguien recomienda o impone un cambio en la forma en que hacemos las cosas sin ayudarnos a comprender y aceptar voluntariamente la necesidad de ello, la mayoría de nosotros respondemos con resistencia. Sólo cuando se proporcionan las explicaciones e incentivos necesarios estamos abiertos a cambiar nuestras formas. Este proceso a menudo lleva tiempo, por lo que la paciencia, el compromiso y la humildad deben formar parte de la ecuación.

        Por ejemplo los intentos de “disciplinar” a un adolescente rebelde suelen llevar a… más rebeldía. O los de empujar a una persona tímida a tener más vida social conducen a más timidez aún. O en lo intrapsíquico, los esfuerzos por no pensar en algo o alguien llevan en general a no poder pensar en otra cosa.

3. Las cosas mejoran antes de empeorar 

En la mayoría de los casos creamos nuevos problemas sin darnos cuenta. Esto significa que, si bien podemos estar desempeñándonos bien en lo que hacemos, también podemos estar sembrando las semillas de problemas futuros sin saberlo. Cuando esas semillas den sus frutos nos enfrentaremos a un problema inesperado que parece salir de la nada y contradecir lo bien que iban las cosas anteriormente. (Quien siembra vientos recoge tempestadesDe aquellos polvos vienen estos lodos.)

        Por ejemplo, una persona con problemas de adicción inicia un programa de rehabilitación y muestra una mejoría inicial debida a la novedad y a su motivación, pero luego sufre una recaída si no se abordan las causas subyacentes a su patrón.

4. La salida fácil generalmente te devuelve al inicio

La simplicidad es muy diferente del simplismo. La primera es el camino del experto, mientras que la segunda es el camino del incompetente. La simplicidad resulta de conquistar y resolver la complejidad, mientras que el simplismo resulta de ignorarla o rechazarla. La simplicidad conduce al éxito, mientras que el simplismo a menudo conduce al fracaso.       Por ejemplo, evitar confrontar un problema de pareja mediante evasión o negación, abordándolo como “tonterías pasajeras” sólo prolonga y agrava el conflicto subyacente.

5. El remedio puede ser peor que la enfermedad

Al estar ansiosos y ser simplistas, es muy probable que tomemos decisiones que empeoren el problema en cuestión. Al implementar las soluciones incorrectas hoy, los problemas de mañana pueden superar a los de hoy.

        Por ejemplo, beber para olvidar la tristeza asociada a un duelo puede provocar un problema mayor y más grave que el propio duelo.

6. Más rápido es más lento

El simplismo es la ilusión de lograr la simplicidad sin la comprensión y el trabajo arduo adecuados. Al ser simplistas creemos que vamos más rápido hacia adelante cuando, en realidad, sólo estamos retrasando indefinidamente la solución.

        Por ejemplo, intentar apresurar el proceso terapéutico evitando explorar las causas subyacentes al problema puede retrasar el progreso real.

7. La causa y el efecto no están estrechamente relacionados en el tiempo y el espacio

La mayoría de los problemas complejos tiene sus raíces mucho tiempo atrás y en alguna parte insospechada del sistema. Esto dificulta su descubrimiento. Por ejemplo, una migraña recurrente puede tener su causa en malos hábitos posturales que se extienden durante años. La inestabilidad política en un país determinado puede tener sus raíces en un lenta y silencioso adoctrinamiento que comenzó décadas atrás. Ya sea que estemos tratando con un cuerpo humano o con todo el mundo, los componentes internos se afectan entre sí a través del tiempo y el espacio de manera dinámica, haciendo que la complejidad sea la ley de la vida. Se requiere observación y análisis detallados para comprenderla adecuadamente.

        Por ejemplo, el miedo infantil al abandono por haber tenido una madre con un estilo ansioso debido a que pasaba por un duelo muy complejo durante los primeros meses de vida de su hijo puede manifestarse décadas después en la reacción traumática de este al romperse su relación matrimonial. 

 8. Los pequeños cambios pueden producir grandes resultados, pero los puntos críticos son a menudo los menos obvios

Desde un punto de vista basado en sistemas, la “palanca” es la capacidad de unas pocas variables para producir un impacto generalizado dentro de un sistema de muchas más variables. Esas pocas variables se denominan factores de palanca y, cuando se comprenden y activan correctamente, pueden producir grandes resultados. Por ejemplo, en algunos casos, un cambio en la postura de alguien puede mejorar su digestión y liberarlo de migrañas. La postura, en este caso, sería un factor de palanca. En cualquier caso, cuanto mayor sea la complejidad del problema en cuestión, más profundamente enterrados estarán esos factores bajo patrones superficiales que pueden ser muy engañosos.
        Por ejemplo, imaginemos una familia donde todos los miembros están constantemente ocupados con sus propias actividades y responsabilidades, y rara vez pasan tiempo juntos. Los padres están estresados por el trabajo y apenas tienen tiempo para conectarse con sus hijos, y los niños se sienten descuidados y solos.

        Un día, uno de los padres decide hacer un ligero cambio en la rutina familiar. Propone dedicar una noche a la semana a tener una cena en familia sin distracciones, donde todos se sienten juntos a la mesa y compartan sus experiencias del día. Además, ambos sugieren reservar un tiempo específico durante el fin de semana para realizar una actividad divertida en familia, como ir al parque, cocinar juntos o jugar a algo.

        Este pequeño cambio en la dinámica familiar acaba teniendo un impacto significativo en el bienestar emocional de todos los miembros. Durante las cenas en familia, los padres y los hijos tienen la oportunidad de hablar, reír y compartir sus emociones y preocupaciones, lo que fortalece los vínculos familiares y fomenta la comunicación abierta. Además, las actividades familiares programadas durante el fin de semana brindan momentos de alegría y conexión que ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo de todos.

        Con el tiempo, estos pequeños cambios generan grandes mejoras en el bienestar emocional de la familia en su conjunto. Los miembros se sienten más apoyados, conectados y felices, lo que contribuye a un ambiente familiar más saludable y armonioso.

9. Puedes nadar y guardar la ropa, pero no a la vez

Puedes poner tu ropa a resguardo y bañarte en el rio, arriesgándote a que te la roben. Sin embargo, si te bañas con la ropa puesta para evitar que te la roben, entonces estará empapada cuando salgas. Esta es una perfecta analogía para el uso del dinero, el tiempo y el esfuerzo. Si compras un coche, el dinero que gastaste en él ya no estará disponible para invertir en otras iniciativas. Si dedicas tiempo a resolver un problema, ese mismo tiempo no se puede utilizar para resolver otro problema. La moraleja de esta ley es, por supuesto, pensar y actuar estratégicamente, es decir, priorizar.

        Por ejemplo, trabajar desde casa comporta tener que elegir entre poner orden o limpiar o bien seguir trabajando sin pausa, aunque sea a costa de postergar el orden y la limpieza. A veces es más prioritaria una cosa y a veces la otra, y es vital saber discriminar para evitar un problema de procrastinación o de estrés.

10. Dividir un elefante por la mitad no produce dos elefantes pequeños  

Fragmentar un gran problema en otros más pequeños y manejables puede ser el primer paso para resolverlo. Sin embargo, debemos considerar cómo la solución a uno de los problemas pequeños afectará la solución de todos los demás. No debemos olvidar que los pequeños problemas siempre están interconectados de maneras que definen los grandes problemas.

       Por ejemplo en una pareja muy a menudo tratar las dificultades de un miembro y por separado las del otro no tiene el efecto deseado.

11. No hay culpa

Si te das cuenta de que hay un problema y te niegas a participar en su solución, te convertirás en cómplice del problema a partir de ese momento, incluso si no lo causaste inicialmente. Si, además de negarte a participar en la solución, eliges culpar a otros como la excusa ideal para no involucrarte, la situación ciertamente empeorará. Además, si todos eligen comportarse de la misma manera, el problema se volverá crónico y causará un fallo sistémico. La clave para romper este ciclo vicioso es asumir la responsabilidad de resolver el problema, incluso si no lo causaste. Este es el camino, y es ajeno al juego de “¿quién tiene la culpa?”. Sin embargo, esto nunca debería convertirse en una excusa predeterminada para aquellos que causan problemas y hacen declaraciones grandilocuentes para seguir cometiendo errores descaradamente mientras esperan que otros paguen por ellos.

        Por ejemplo, acusar a otro de una deshonestidad hacia él porque “no me dabas la confianza suficiente como para serte sincero” obviamente sólo perpetúa el ciclo de disfunción en lugar de resolverlo.

        Todo lo que necesitamos agregar a las 11 Leyes es perspectiva, integridad y coraje. Perspectiva para ver el sistema desde fuera, integridad para abrazar honestamente el diagnóstico del problema, coraje para implementar la nueva solución encontrada, lo que siempre requiere replantearnos lo que creíamos que era correcto.

        Cuando nos encontremos atascados en un problema sin una solución visible, es útil preguntarnos qué Ley de las 11 estamos ignorando o tratando deliberadamente de romper. La respuesta probablemente traerá una gran dosis de simplicidad a lo que parecía ininteligible, ayudándonos a encontrar al menos una solución adecuada. 


 El Modelo del Iceberg del Pensamiento Sistémico


El Modelo del Iceberg es una herramienta utilizada en el Pensamiento Sistémico para analizar y comprender mejor las situaciones complejas. Se basa en la analogía de un iceberg flotando en el agua, del cual sólo una pequeña parte es visible sobre la superficie, mientras que la mayor parte permanece oculta bajo el agua. Este modelo sugiere que, al igual que con un iceberg, en la mayoría de las situaciones complejas sólo percibimos los "eventos" visibles que ocurren en la superficie, pero las causas subyacentes y las estructuras que los generan permanecen invisibles y ocultas.

El Modelo del Iceberg consta de cuatro niveles principales:

  1. Eventos: Son los síntomas visibles, las manifestaciones externas de un problema o situación. Por ejemplo, en una familia, los eventos podrían ser los fracasos en organizar actividades, las quejas de los padres o los conflictos entre los hijos.
  2. Patrones de comportamiento: Son las tendencias y pautas que se repiten con el tiempo y que dan lugar a los eventos visibles. Estos patrones suelen ser más difíciles de identificar, ya que requieren un análisis más profundo. Por ejemplo, los bloqueos constantes en los proyectos de la familia para pasar las vacaciones juntos podrían ser un patrón de comportamiento.
  3. Estructuras sistémicas: Son las estructuras organizacionales, las políticas, los procedimientos y las relaciones que influyen en los patrones de comportamiento. Estas estructuras pueden ser tanto físicas como conceptuales, y a menudo son invisibles a simple vista. Por ejemplo, la falta de comunicación efectiva entre los miembros de la familia o las estructuras jerárquicas rígidas podrían ser estructuras sistémicas que contribuyen a los patrones de comportamiento observados.
  4. Modelos mentales: Son las creencias, supuestos, valores y percepciones arraigadas que influyen en las estructuras sistémicas. Estos modelos mentales están profundamente enraizados en la cultura y son difíciles de cambiar. Por ejemplo, la creencia de que los hijos deben cumplir las órdenes de los padres podría ser un modelo mental que conduce a estructuras y políticas que no fomentan el compromiso y la motivación.

         El Modelo del Iceberg sugiere que para abordar de manera efectiva los eventos visibles y los problemas complejos, es necesario comprender y abordar las causas subyacentes en los niveles más profundos. Simplemente abordar los eventos en la superficie sin comprender las estructuras y los modelos mentales que los generan puede conducir a soluciones temporales y a que los problemas reaparezcan en el futuro—muchas veces de forma identificable como arquetipos sistémicos.

        El Modelo del Iceberg es una herramienta valiosa para analizar situaciones complejas desde una perspectiva sistémica, identificando las causas subyacentes y abordando los problemas de manera integral y sostenible.

 


        En el modelo del iceberg del ejemplo, la parte que aparece por encima de la superficie representa un solo evento. Una joven llega una hora tarde al trabajo después de dejar a su hijo pequeño en una guardería. Su supervisor lo comprende—esta vez.

       Justo debajo de la superficie, un nivel más profundo de examen revela patrones de eventos, o tendencias. La joven madre llega tarde el mismo día de la semana siguiente. Podríamos preguntarnos, en este caso o en cualquier situación similar si estos dos eventos son únicos o si está comenzando a surgir un patrón de comportamiento.

        Sumergido por debajo del nivel de patrón o tendencia está la estructura (políticas, subsistemas, normas, expectativas, reglas, roles, límites), la base que sostiene y crea los comportamientos más arriba en la pirámide. En el caso de la madre trabajadora, ¿llega tarde todas las semanas porque la organización tiene políticas estrictas sobre cuándo deben estar en la oficina los empleados—políticas que no tienen en cuenta cuándo abren las guarderías por la mañana? ¿Sería más efectiva una política que permitiese a los empleados trabajar en horarios flexibles o conectarse desde casa algunos días? En las organizaciones, la estructura suele estar determinada por sus políticas y procedimientos.

        En el siguiente nivel hacia abajo, nuestros modelos mentales (ideología, matriz discursiva, construcción social, narrativa dominante)—y los de las personas que nos precedieron—afectan a las estructuras que establecemos y a la forma en que entendemos las partes superiores del iceberg. ¿Está la empresa basada en un sentido de confianza hacia sus empleados, o la gerencia se ve a sí misma como necesitada de controlar las horas de los trabajadores para asegurarse de que cumplan con lo que se les paga? ¿Es más importante el tiempo de presencia que la productividad? Estas actitudes afectan las políticas de la empresa y, en última instancia, a cómo trata a todos los empleados, incluidos aquellos con hijos pequeños.

        El pensamiento a corto plazo conduce a acciones en el nivel de los eventos. El número de cirugías en un mes, de estudiantes matriculados en el semestre de otoño y de ganancias trimestrales son ejemplos de pensamiento a corto plazo. Si las personas ven esos datos históricamente, a menudo lo hacen sólo en relación con los números del año anterior, y comienzan y terminan el examen con la pregunta "¿Hemos mejorado?". Y en general examinar de cerca los números es una excusa para buscar a alguien a quien culpar por una disminución.

Una perspectiva sistémica fomenta mirar más puntos de datos durante un período más largo y dentro de un contexto más amplio de lo que estamos acostumbrados a hacer. Implica analizar tendencias relevantes y otros patrones que pueden estar actuando sobre los números que estamos examinando en el momento. Los gráficos de conducta del sistema en el tiempo pueden incluir tanto datos históricos como tendencias futuras anticipadas o deseadas después de una intervención particular. Estos gráficos no tienen que ser precisos al 100% (modelan la conducta de sistemas complejos que se describen mucho mejor con Lógica Borrosa) aunque deberían representar tendencias reales o proyectadas para tener valor. Si se toman en serio, los llamados Gráficos de Comportamiento a lo Largo del Tiempo pueden proporcionar un medio para entender el flujo de eventos y mejorar la discusión tanto del pasado como del futuro.

        Tomemos el ejemplo de una disminución en los números de matrícula en un departamento determinado dentro de una gran universidad. El Rector ve la caída y, con gran frustración, llama al Vicerrector: "¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué los profesores no están haciendo su trabajo?" El Vicerrector llama al Decano, que llama al Jefe de Departamento. Este le recuerda al decano que acordaron aumentar los estándares de admisión al programa para cumplir con los crecientes estándares estatales de empleo para graduados. Mirar los patrones de matrícula de estudiantes a largo plazo en situaciones similares podría haber llevado a los administradores a comprender que los números a menudo disminuyen al principio antes de que la matrícula comience a aumentar nuevamente. Y hacerlo podría haber mantenido la presión arterial de todos bajo control.

        Graficar tendencias en el aumento o la disminución de múltiples variables ayuda a generar discusión, lo que lleva a hipótesis y a una comprensión más profunda de las tendencias como parte de la creación de una estrategia general. Utilizando los gráficos de comportamiento a lo largo del tiempo como base, los Arquetipos Sistémicos emergen como plantillas genéricas de sistemas complejos que describen y clasifican sus estructuras del comportamiento a lo largo del tiempo.

        Los Arquetipos Sistémicos describen patrones recurrentes comunes de comportamientos sistémicos y se han utilizado ampliamente en muchos ámbitos como negocios, economía y ecología para explicar el comportamiento del sistema y los problemas sistémicos. Aunque los profesionales experimentados pueden estar al tanto de problemas recurrentes, no siempre son conscientes de cómo explicar el sistema dinámico de factores interactivos. Además, no siempre son conscientes de los factores que interactúan para crearlos, o de cómo identificar puntos de apoyo apropiados para provocar un cambio.

       Los Arquetipos Sistémicos pueden utilizarse para responder a estas lagunas de conocimiento investigando los niveles más profundos de la estructura del sistema para identificar qué es lo que genera los comportamientos del sistema, lo que permite intervenciones dirigidas a las fuentes del problema.

        Debido a la capacidad de los Arquetipos Sistémicos para hacer explícitas las estructuras del sistema, pueden usarse como (1) herramientas de "diagnóstico"; para comprender problemas sistémicos e identificar por qué se están produciendo problemas específicos, (2) herramientas de planificación proactiva; en lugar de simplemente diagnosticar problemas, es posible identificar la estructura de los problemas sistémicos y actuar para reducirlos o eliminarlos en el futuro, y (3) herramientas de construcción de teorías; los Arquetipos Sistémicos pueden ayudar a construir teorías fundamentales para repensar los sistemas futuros.

        Si bien existen múltiples Arquetipos Sistémicos en la literatura, hay un conjunto de ocho populares y comúnmente utilizados que representan varios escenarios: (1) Arreglos que fallan, (2) Metas cambiantes, (3) Crecimiento y subinversión, (4) Desplazamiento de la carga, (5) Éxito al exitoso, (6) Tragedia de los comunes, (7) Límites al éxito y (8) Escalada. 

        Me centro a continuación en cuatro de los más habituales en psicoterapia.

Escalada (ojo por ojo… y el sistema acabará ciego)

Como modelo mental, competir (vs. colaborar) consiste en creer que hay recursos limitados por los que luchar, y que hay que dar una respuesta apropiada a las acciones de los competidores para sostener la propia ventaja competitiva. Cuando se entra en el modo de competición (estructura) se maximiza la protección de una parte del sistema (la propia) que se construye como en lucha contra otra/s defendiendo su supervivencia.

         El arquetipo de escalada ocurre cuando las acciones de una parte del sistema son percibidas por otra parte como una amenaza, en un patrón de ataque-defensa, y la segunda parte responde de manera similar (o complementaria), aumentando aún más la amenaza. Los dos bucles de equilibrio crearán un efecto de figura de 8 de refuerzo mutuo, lo que dará como resultado acciones (eventos) amenazantes por parte de ambas partes que crecen exponencialmente con el tiempo.
        El arquetipo de Escalada plantea una ironía: en nombre de la protección y/o promoción de los mejores intereses del sistema se ponen en práctica comportamientos que se disparan hasta el punto de dañarlo y que acaban amenazando su propia existencia.


También presenta una oportunidad para re-pensar en términos supraordenados el comportamiento descrito por el arquetipo, dado que es en sí mismo el resultado (al menos parcial) de una construcción de la dinámica del sistema como orientada a la competición en lugar de a la colaboración. Al ampliar su visión se puede encontrar el medio para llegar a un proceso abarcador, unificador o colaborativo. Se puede establecer un objetivo general compartido mediante el cual se descubra que la necesidad percibida de recurrir a la escalada como respuesta competitiva primaria es sólo una opción entre otras.

Ejemplo:

Juan y María han estado juntos durante varios años. Últimamente, han estado experimentando tensiones debido a las largas horas de trabajo de Juan, lo que ha llevado a una falta de comunicación y tiempo juntos. Un día, María le pide a Juan que pase más tiempo con ella, pero él responde con irritación, explicando que está bajo mucha presión en el trabajo (Juan siente que María no comprende que no trabaja porque le apetezca sino para ganar dinero para la familia y se siente incomprendido y amenazado). Esto hace que María se sienta herida y no comprendida a su vez, lo que lleva a una discusión acalorada. Recientemente han tenido discusiones cada vez más frecuentes sobre diferentes temas, como las tareas del hogar, el manejo del dinero y la atención a los hijos. Cada vez que surge un desacuerdo, ambos tienden a adoptar una actitud defensiva y a culparse mutuamente, lo que lleva a un ciclo interminable de acusaciones y contraataques. A medida que la discusión progresa, ambos comienzan a sacar a relucir problemas no resueltos del pasado: los momentos en que uno sintió que el otro no estaba presente emocionalmente, las veces que uno sintió que el otro no valoraba sus esfuerzos, etc. La discusión se intensifica aún más cuando ambos comienzan a lanzarse críticas y reproches, sin resolver realmente ninguno de los problemas subyacentes. Con el tiempo, esta dinámica de escalada se convierte en un patrón en su relación. Cada pequeño conflicto se convierte en una oportunidad para sacar a relucir todas las frustraciones y resentimientos acumulados, lo que lleva a discusiones cada vez más intensas y dañinas. A medida que la relación continúa, la confianza y la intimidad se ven erosionadas, y la pareja se encuentra atrapada en un ciclo destructivo de escalada que parece cada vez más difícil de romper.

        Este patrón de comportamiento es un ejemplo del arquetipo sistémico de escalada, donde las acciones de cada persona refuerzan las acciones de la otra, creando un círculo vicioso.

  1. Evento: Una discusión sobre las tareas del hogar escala hasta convertirse en una pelea acalorada.
  2. Patrón de comportamiento: Cada vez que surge un desacuerdo, Juan y María entran en un ciclo de acusaciones y contraataques mutuos, lo que intensifica el conflicto en lugar de resolverlo.
  3. Estructura sistémica: La falta de habilidades de comunicación efectiva y resolución de conflictos en la pareja crea un entorno propicio para que el ciclo de escalada continúe.
  4. Modelos mentales: Ambos se sienten víctima de la posición del otro y tienen la creencia arraigada de que deben "ganar" la discusión y demostrar que tienen la razón, en lugar de buscar una solución mutuamente satisfactoria. Además, existe una desconfianza subyacente y una falta de empatía por las perspectivas del otro.
        En este ejemplo, las acciones defensivas y acusatorias de Juan provocan que María responda de manera similar, lo que a su vez refuerza la conducta defensiva de Juan, y así sucesivamente. Este ciclo de escalada continúa alimentándose a sí mismo hasta que se convierte en una pelea acalorada que amenaza la continuidad de la relación.
       Para romper este arquetipo sistémico, Juan y María necesitarían abordar sus modelos mentales subyacentes, como la necesidad de "ganar" las discusiones y la falta de empatía. Además, deberían desarrollar habilidades de comunicación efectiva y resolución de conflictos para cambiar la estructura sistémica que permite que el ciclo de escalada continúe. De esta manera, podrían interrumpir el patrón de comportamiento y evitar que los desacuerdos se conviertan en peleas acaloradas.
        Este ejemplo ilustra cómo los conflictos aparentemente pequeños pueden llevar a una escalada en una pareja cuando no se abordan de manera adecuada, dando lugar a patrones de comportamiento dañinos y repetitivos que pueden ser difíciles de romper.
Preguntas/consejos relevantes para descubrir y alterar el arquetipo:

  • ¿Qué acciones de una parte son una amenaza para la otra (descripción detallada de situaciones prototípicas)?
    •  ¿Puede una de las partes dejar de llevarlas a cabo a cambio de algo? ¿Puede la otra dejar de considerarlas amenazantes en alguna circunstancia?
  • ¿En qué sentido lo son específicamente (escalamiento ascendente o descendente para descubrirlo)
    • ¿Puede replantearse el sentido de lo que es amenazante?
  • ¿Cómo reacciona (acción) cada parte ante la amenaza percibida?
    • ¿Puede replantearse la reacción a la construcción del otro para que la escalada no se inicie?
  • ¿Cómo hace esa reacción que la amenaza aumente en lugar de disminuir?
    • ¿Puede regularse la escalada?
  • ¿Cómo se llama el juego que los atrapa?
    • ¿Se puede buscar otro al que jugar?
  • ¿Qué construcciones externas al sistema lo mantienen siempre activo en modo competitivo?
    • ¿Hay alguna meta compartida que pudiese abarcar las de ambas partes?

Shifting the burden es un término que se refiere a una situación en la que se intenta resolver un problema o satisfacer una necesidad mediante una solución rápida o temporal en lugar de abordar la causa subyacente del problema. En lugar de enfrentar el problema de frente y resolverlo de manera efectiva, se desplaza la responsabilidad hacia una solución superficial que no aborda la raíz del asunto. Implica encontrar soluciones que alivien los síntomas inmediatos de un problema sin abordar la causa raíz, lo que puede llevar a una resolución superficial y a largo plazo agravar la situación.

        Es el primero de varios arquetipos que ilustran la tensión entre (1) la atracción/presión (y relativa facilidad y bajo costo) hacia idear soluciones sintomáticas para problemas visibles y (2) el impacto a largo plazo de soluciones fundamentales dirigidas a las estructuras subyacentes que están produciendo el patrón de comportamiento en primer lugar. Un ejemplo de que la solución es el problema.
La esencia de desplazar la carga es que una vez que la solución sintomática (que, por contraste, requiere menos comprensión, es más fácil de formular, es relativamente menos costosa a corto plazo y produce una gratificación instantánea) ha tenido su efecto, hay poco sentido de necesidad percibida de prestar más atención al problema sistémico fundamental subyacente.

Ejemplo:
Lucía y Carlos son una pareja que ha estado experimentando tensiones financieras en los últimos meses. Carlos ha perdido recientemente su trabajo y, como resultado, han estado luchando para llegar a fin de mes. En lugar de abordar la raíz del problema, que es la pérdida de empleo de Carlos, la pareja recurre a soluciones temporales para aliviar la presión financiera inmediata.
        En lugar de buscar activamente un nuevo trabajo o explorar formas de mejorar sus finanzas a largo plazo, Carlos y Lucía comienzan a depender cada vez más de las tarjetas de crédito y préstamos para cubrir sus gastos. Además, Lucía decide buscar un segundo empleo a tiempo parcial para ayudar a complementar sus ingresos y mantenerse a flote financieramente.
        Inicialmente, estas soluciones temporales parecen aliviar la presión financiera inmediata y proporcionar un respiro a la pareja. Sin embargo, con el tiempo, se vuelven dependientes de estas soluciones rápidas y temporales, en lugar de abordar la causa subyacente de la pérdida de empleo de Carlos y buscar soluciones más permanentes y sostenibles.
        A medida que pasa el tiempo, la carga financiera se vuelve cada vez más pesada, ya que acumulan deudas y se agotan física y emocionalmente tratando de mantenerse a flote. Además, la falta de comunicación sobre la situación financiera y la incapacidad para abordar la causa raíz del problema comienzan a generar tensiones adicionales en su relación.
       En este ejemplo, vemos cómo la pareja recurre a soluciones temporales en lugar de abordar la causa subyacente de sus problemas financieros, lo que finalmente resulta en una carga aún mayor tanto para su situación financiera como para su relación.
        Para romper este arquetipo sistémico, Carlos y Lucía necesitarían abordar los modelos mentales subyacentes y las estructuras sistémicas que perpetúan este patrón. Deberían comunicarse abiertamente, establecer prioridades claras y distribuir de manera equilibrada las responsabilidades. Esto podría implicar reorganizar sus dedicaciones laborales, su gestión financiera o incluso reconsiderar sus carreras profesionales. Al abordar el problema de raíz, podrían evitar la necesidad de recurrir constantemente a soluciones a corto plazo y lograr un equilibrio más saludable entre el trabajo, la economía y la vida familiar.
Preguntas/consejos relevantes para descubrir y alterar el arquetipo:

  • Enfócate en la solución fundamental. Si es necesario, utiliza la solución sintomática sólo para ganar tiempo mientras trabajas en la solución fundamental.
  • Obtén múltiples puntos de vista para diferenciar entre soluciones fundamentales y sintomáticas y para lograr consenso en torno a un plan de acción.
  • Utiliza el arquetipo para explorar los posibles efectos secundarios de cualquier solución propuesta.
  • ¿Cuál/es es/son el/los síntomas del problema original?
  • ¿Cuáles son todas las "soluciones rápidas" que parecen estar manteniendo el problema bajo control?
  • ¿Cuál es el impacto de las soluciones sintomáticas en otras partes del sistema?
  • ¿Cuál es el problema fundamental?
  • ¿Cuál sería, en consecuencia, la solución fundamental? (Desarróllala desde múltiples perspectivas).
  • ¿Cuáles son los efectos secundarios de las soluciones rápidas que podrían estar socavando la utilidad de la solución fundamental
  • ¿Cómo se pueden evitar?

Arreglos que Fallan (cuando el remedio es peor que la enfermedad)

Cuando se supone que los síntomas del problema son un conjunto único de circunstancias que existen en su propio subsistema aislado (y relativamente pequeño), desconectados de otros problemas u otras partes de un sistema más amplio, es razonable suponer que centrar la atención sobre el síntoma concreto es una respuesta razonable y que será efectiva. (Como decía Bradford Keeney, para construir una pista de tenis no hace falta tener en cuenta que la Tierra es esférica).

Sin embargo cuando se trata de un sistema complejo y no lineal, como sucede con frecuencia, aplicar una solución local y a corto plazo da lugar a que, como muestra el arquetipo de los arreglos que fallan, se genere un escenario que se deteriora constantemente y en el que los síntomas del problema inicial empeoran con la solución que se les aplica. El bucle de refuerzo, que contiene un retraso, contribuye a que la solución intentada genere consecuencias no intencionales que hacen que los síntomas del problema empeoren constantemente justo a causa de la “solución”. (Como decían los terapeutas familiares sistémicos originales, la solución es el problema.)

        La clave para apreciar el arquetipo de las soluciones que fallan es el retraso en el bucle de equilibrio. El tiempo que transcurre entre la solución y el empeoramiento de los síntomas del problema hace con frecuencia que la conexión entre la solución y el deterioro de los síntomas del problema sea difícil de identificar. Se tiende a atribuir el empeoramiento de los síntomas del problema a algo distinto a las decisiones anteriores que uno tomó en sus esfuerzos por solucionarlo.
        La diferencia con el arquetipo de desplazar la carga es que en ese la solución sintomática distrae de buscar la dinámica profunda del problema, mientras que en este directamente crea un problema inesperado y mayor.
Ejemplo:
Ana y Juan han estado tratando de concebir durante varios años sin éxito. Después de múltiples intentos y pruebas médicas, se les ha diagnosticado un problema de infertilidad. En su desesperación por tener un bebé, han intentado una variedad de tratamientos y soluciones sin abordar las causas subyacentes del problema.

  • Evento: Ana y Carlos no pueden concebir un hijo a pesar de sus intentos.
  • Patrón de comportamiento: Cada vez que un tratamiento falla, intentan una nueva solución sin analizar a fondo las causas del problema.
  • Estructura sistémica: Falta de una evaluación integral y un enfoque holístico para abordar la infertilidad. Además, existe una presión social y personal para tener hijos.
  • Modelo mental: La creencia de que tener hijos es una parte esencial de la vida familiar y que la infertilidad es un problema que se puede resolver con el tratamiento adecuado.
Después de numerosas pruebas médicas, descubren que Juan tiene un recuento de espermatozoides bajo y que Ana tiene una condición médica que dificulta la ovulación. Deciden someterse a un tratamiento de fertilización in vitro (FIV) para aumentar sus posibilidades de concebir.
       Inicialmente, el tratamiento de FIV parece ser una solución prometedora para su problema de infertilidad. Ana y Juan depositan su esperanza en este procedimiento y están emocionados con la posibilidad de finalmente tener un hijo. Sin embargo, el tratamiento resulta ser costoso, emocionalmente agotador y físicamente exigente para ambos.
        Después de varios intentos fallidos de FIV, la pareja se encuentra aún más estresada y desanimada que al principio. Ana comienza a cuestionarse si la presión y el estrés constantes asociados con el tratamiento están afectando negativamente su capacidad para concebir. Juan, por otro lado, se siente culpable por no poder proporcionar a su esposa el hijo que tanto desean.
       En este escenario, el arquetipo se manifiesta cuando la pareja, en su desesperación por concebir, se aferra únicamente al tratamiento de FIV como la solución definitiva para su problema de infertilidad. A pesar de los repetidos fracasos y el impacto negativo en su bienestar emocional, continúan persiguiendo la misma solución sin considerar otras opciones disponibles, como la adopción, la fertilización intrauterina u otras alternativas médicas.

 Este comportamiento se convierte en un círculo vicioso, donde cada nueva solución ofrece una esperanza temporal, pero inevitablemente falla, lo que los lleva a buscar otra solución igualmente temporal. Esto puede generar un desgaste emocional y financiero significativo para la pareja.
        Para romper este arquetipo sistémico, Ana y Juan necesitarían abordar los modelos mentales subyacentes y las estructuras sistémicas que perpetúan este comportamiento. Deberían buscar una evaluación integral de su situación, que considere factores como el estilo de vida, el estrés, los hábitos saludables y otros aspectos que puedan estar contribuyendo a su infertilidad.
        Además, es importante que aborden las presiones sociales y personales que los impulsan a buscar soluciones rápidas en lugar de un enfoque más holístico y a largo plazo. Esto podría implicar terapia de pareja o incluso considerar opciones alternativas, como la adopción o la decisión consciente de no tener hijos.
        Al abordar las causas subyacentes y los modelos mentales que los llevan a buscar constantemente "soluciones que fallan", Ana y Juan podrían encontrar un enfoque más efectivo y sostenible para lidiar con su situación, ya sea logrando el embarazo o aceptando y abrazando una vida sin hijos biológicos.
Preguntas/consejos relevantes para descubrir y alterar el arquetipo:

  •  ¿Cuáles son los síntomas del problema?
  • ¿Cuáles las intervenciones actuales y cómo se esperaba que lo corrigiesen?
  • ¿Cuáles son las consecuencias no deseadas de las intervenciones
  • ¿Cuál es/son la/s causa/s fundamental/es del problema?
  • ¿Están vinculadas las soluciones y las causas fundamentales?
  • ¿Cuáles son los efectos colaterales potenciales de cada intervención propuesta?
  • ¿Se puede diseñar a la vez una solución rápida y de urgencia (si es necesario) y otra dirigida a la causa fundamental?

Deriva/Erosión de Objetivos (todo lo muda el tiempo)

Todo lo muda el tiempo, Filis mía,
todo cede al rigor de sus guadañas:
ya transforma los valles en montañas,
ya pone un campo donde un mar había.

Él muda en noche opaca el claro día,
en fábulas pueriles las hazañas,
alcázares soberbios en cabañas,
y el juvenil ardor en vejez fría.

Doma el tiempo al caballo desbocado,
detiene el mar y viento enfurecido,
postra al león y rinde al bravo toro.

Sola una cosa al tiempo denodado
ni cederá, ni cede, ni ha cedido,
y es el constante amor con que te adoro.

-José Cadalso (1741-1782)  


El fenómeno de drifting goals (objetivos cambiantes o deriva de objetivos) se refiere a una situación que puede ocurrir en los sistemas complejos y por la cual los objetivos iniciales cambian o se desvían con el tiempo de forma no intencionada, ya sea debido a cambios en el entorno, en los recursos disponibles, o en las prioridades del individuo o del sistema en el que tienen sentido esas metas.

        Este fenómeno se puede entender mejor desde la perspectiva del arquetipo sistémico de arreglos que fallan. Este arquetipo describe una situación en la que las soluciones o acciones tomadas para resolver un problema inicialmente tienen éxito, pero con el tiempo conducen a efectos secundarios no deseados que finalmente empeoran el problema original.

        También comparten una similitud básica con el desplazamiento de la carga: la tensión dinámica entre una solución sintomática y una fundamental. En el caso de la deriva/erosión de objetivos, el sistema se enfrenta a un rendimiento que no cumple con una meta establecida. Se busca una justificación (la solución sintomática) para rebajar la meta a una que parezca ser más alcanzable en lugar de determinar rigurosamente qué impide que el sistema se desempeñe como se esperaba originalmente (la solución fundamental).


En el caso de la deriva/erosión de objetivos, la meta inicial es clara y bien definida. Sin embargo, a medida que se implementan soluciones y se toman acciones para alcanzar ese objetivo, pueden surgir efectos secundarios imprevistos o cambios en el entorno que hacen que el objetivo original se torne menos relevante o incluso contraproducente.

        Como resultado, las personas involucradas en el sistema tienden a ajustar o redefinir (a la baja) los objetivos de manera gradual y a menudo inconsciente, alejándose del objetivo original. Este fenómeno puede ser causado por varios factores, como la falta de comunicación, la rigidez en la toma de decisiones, los intereses particulares de los participantes o las presiones externas.

        El arquetipo sistémico de arreglos que fallan proporciona una estructura para comprender y analizar este fenómeno, identificando los bucles de realimentación y las relaciones causales que conducen a la deriva de los objetivos. Al reconocer este patrón, el sistema puede tomar medidas para mitigar o prevenir la deriva de los objetivos, tales como mejorar la comunicación, establecer mecanismos de monitoreo y revisión periódica de los objetivos, y fomentar la flexibilidad y la adaptabilidad en la toma de decisiones.

        Para abordar este fenómeno de manera efectiva, es importante tener en cuenta la dinámica del sistema en su conjunto. Esto implica no sólo definir y monitorear las metas, sino también comprender las interconexiones y las causas subyacentes que pueden estar impulsando el cambio en ellas. Además, se requiere flexibilidad y capacidad de adaptación para ajustarlas a medida que evoluciona el entorno. Entender la deriva de las metas desde una perspectiva sistémica implica considerar las interacciones complejas dentro del sistema y adoptar un enfoque holístico para gestionarlo.

Ejemplo:

Inicialmente, el objetivo de unos padres era guiar a su hijo adolescente para que se convirtiera en un adulto responsable y bien adaptado. Con este fin, implementaron reglas y disciplina estrictas, tales como establecer una hora máxima de vuelta a casa, monitorear sus calificaciones y limitar su tiempo libre. Los padres inicialmente también establecieron metas claras para su hijo, como por ejemplo obtener buenas calificaciones en la escuela, participar en actividades extracurriculares y mantener un comportamiento respetuoso en casa.

        En un principio, estas medidas parecían funcionar y el adolescente se comportaba de manera obediente. Sin embargo, con el tiempo, surgieron efectos secundarios no deseados. El adolescente comenzó a rebelarse contra las reglas estrictas, argumentando que sus padres eran demasiado controladores. Esto llevó a constantes conflictos y discusiones en el hogar. 

        En un intento por calmar la situación y evitar más confrontaciones, los padres gradualmente relajaron algunas reglas y permitieron más libertad al adolescente. Aunque esto alivió temporalmente las tensiones, también llevó a que el adolescente se involucrara en comportamientos de riesgo, tales como salir con amigos problemáticos o experimentar con sustancias nocivas.

        Ante este nuevo desafío, los padres se enfocaron en proteger al adolescente de las influencias negativas, perdiendo de vista el objetivo original de fomentar la responsabilidad personal. Empezaron a controlar excesivamente sus amistades y actividades, lo que a su vez aumentó la posición de rebeldía del adolescente.

        A medida que el adolescente empezó a mostrar comportamientos desafiantes, como saltarse las clases, desobedecer las reglas del hogar y relacionarse con amigos problemáticos, las metas de la familia empezaron a desplazarse.

  • Metas educativas cambiantes: Inicialmente, los padres habían establecido la meta de que su hijo obtuviese buenas notas en la escuela. Sin embargo, a medida que empezó a faltar a clases y sus calificaciones disminuyeron, los padres cambiaron su enfoque hacia metas más básicas, como simplemente asegurarse de que fuese a clase regularmente y completase sus tareas.
  • Metas de comportamiento ajustadas: Ante el comportamiento desafiante del adolescente, los padres cambiaron sus metas de fomentar el respeto y la obediencia a otras más inmediatas, como por ejemplo establecer límites claros y evitar confrontaciones constantes.
  • Metas de relación familiar redefinidas: La familia había tenido la meta de fomentar la comunicación abierta y la armonía en el hogar. Sin embargo, ante el conflicto generado por el comportamiento del adolescente, estas metas se fueron desplazando hacia mantener la paz en la casa y encontrar formas de lidiar con el estrés y la tensión.

        En este punto, el objetivo inicial de guiar al adolescente hacia la madurez y la responsabilidad se había desviado significativamente. Los padres se encontraban atrapados en un ciclo de soluciones que empeoraban el problema, reaccionando a los comportamientos disruptivos del adolescente sin abordar las causas subyacentes.

        Este ejemplo ilustra cómo los objetivos iniciales pueden cambiar gradualmente en respuesta a los efectos secundarios no deseados de las soluciones implementadas, llevando a un alejamiento del objetivo original y a una escalada del conflicto dentro del sistema familiar.

Preguntas/consejos relevantes para descubrir y alterar el arquetipo:

  • Identifica qué es lo que se está desviando.
  • Busca metas que entren en conflicto con la meta declarada.
  • Identifica procedimientos estándar para cerrar la brecha entre la meta deseada y la real.
  • Examina el historial pasado de la meta deseada. ¿Se ha degradado la meta en sí con el tiempo.
  • Ancla la meta a una referencia externa.
  • Genera una visión convincente y motivadora que involucre a todos.
  • Crea un plan de transición claro.

***

En resumen, la realidad que enfrentamos es el resultado de un sistema complejo donde las acciones de múltiples agentes (como personas o familias) están interconectadas, son dinámicas y cíclicas. Cada acción, por mínima que sea, tiene efectos que se propagan y generan consecuencias esperadas o inesperadas. Este proceso no es simple, ya que las interacciones entre agentes crean patrones de comportamiento que pueden ser difíciles de romper sin una comprensión profunda de las causas subyacentes.
        Para abordar la complejidad inherente a la realidad, el pensamiento sistémico se vuelve esencial. Este enfoque nos ayuda a analizar y reconocer la interconexión de los eventos, los patrones repetitivos y las dinámicas cíclicas, proporcionando una visión clara de cómo un cambio en una parte del sistema puede influir en todo el conjunto. Además, la lógica borrosa nos ofrece una herramienta poderosa para modelar sistemas complejos, permitiendo una mayor flexibilidad y capacidad de adaptación frente a la imprecisión y la incertidumbre.
        Comprender la realidad como un sistema complejo nos permite no sólo identificar problemas de manera más precisa, sino también generar soluciones más sostenibles y efectivas. A fin de cuentas, los sistemas humanos—ya sean intrapsíquicos o interpersonales—requieren enfoques que consideren esta complejidad para resolver los problemas reales de manera adecuada y duradera.

Lecturas sugeridas:

Ackoff, R. L. (1971). Towards a system of systems concepts. Management Science, 17(11), 661-671. https://doi.org/10.1287/mnsc.17.11.661  
  • Ackoff explora el concepto de sistemas dentro de sistemas, destacando la importancia de entender las interacciones complejas.
Ashby, W. R. (1956). An introduction to cyberneticsChapman & Hall.  
  • Ashby introduce los principios de la cibernética, clave para entender los sistemas autorregulados y la complejidad.
Barabási, A.L. (2003). Linked: How everything is connected to everything else and what it meansPenguin Books.  
  • Un análisis de las redes y cómo las interconexiones definen comportamientos en sistemas complejos, desde biología hasta redes sociales.
Bak, P. (1996). How nature works: The science of self-organized criticalityCopernicus.  
  • Introduce el concepto de criticalidad autoorganizada, que explica cómo los sistemas complejos se organizan en estados críticos.
Bateson, G. (1972). Steps to an ecology of mindChandler Publishing Company.  
  • Bateson desarrolla conceptos clave de la cibernética y la ecología de la mente, aplicando el pensamiento sistémico a la psicología y la biología.
Bertalanffy, L. von. (1968). General system theory: Foundations, development, applicationsGeorge Braziller.
  • Esta obra fundamenta la idea de los sistemas complejos y la interconexión entre sus partes.
Capra, F. (1996). The web of life: A new scientific understanding of living systemsAnchor Books.
  • Capra expone una visión holística y sistémica de la vida, destacando la interdependencia y la dinámica de los sistemas vivos.
Checkland, P. (1981). Systems thinking, systems practiceJohn Wiley & Sons.  
  • Checkland presenta el pensamiento sistémico aplicado a la resolución de problemas, fundamental en sistemas humanos complejos.
Churchman, C. W. (1968). The systems approachDell Publishing.  
  • Un libro influyente sobre cómo abordar los problemas desde una perspectiva sistémica y cómo los sistemas interactúan entre sí.
Funtowicz, S. O., & Ravetz, J. R. (1993). Science for the post-normal age. Futures, 25(7), 739-755. https://doi.org/10.1016/0016-3287(93)90022-L  
  • Los autores exploran la ciencia en condiciones de incertidumbre y complejidad, abogando por un enfoque post-normal para entender los sistemas dinámicos.
Gell-Mann, M. (1994). The quark and the jaguar: Adventures in the simple and the complexFreeman.  
  • Gell-Mann investiga cómo los sistemas simples pueden dar lugar a comportamientos complejos a través de la autoorganización.
Gladwell, M. (2000). The tipping point: How little things can make a big differenceLittle, Brown and Company.  
  • Gladwell explora cómo pequeños cambios pueden desencadenar grandes efectos en sistemas sociales y culturales.
Goldstein, J. (1999). Emergence as a construct: History and issues. Emergence, 1(1), 49-72. https://doi.org/10.1207/s15327000em0101_4  
  • Goldstein analiza la emergencia como fenómeno clave en la ciencia de sistemas complejos, cómo los sistemas generan nuevos comportamientos impredecibles.
Granovetter, M. S. (1973). The strength of weak ties. American Journal of Sociology, 78(6), 1360-1380. https://doi.org/10.1086/225469  
  • Un estudio clásico sobre la interconexión en redes sociales y cómo los lazos débiles pueden generar efectos poderosos en los sistemas sociales.
Holland, J. H. (1995). Hidden order: How adaptation builds complexityAddison-Wesley.  
  • Holland explora cómo los sistemas complejos adaptativos generan orden a partir de la interacción entre sus componentes.
Kauffman, S. A. (1993). The origins of order: Self-organization and selection in evolutionOxford University Press.  
  • Kauffman examina la autoorganización y la selección natural como fuerzas principales en la evolución de sistemas complejos.
Lorenz, E. N. (1963). Deterministic nonperiodic flow. Journal of the Atmospheric Sciences, 20(2), 130-141. https://doi.org/10.1175/1520-0469(1963)020<0130>2.0.CO;2
  • El artículo clave de Lorenz sobre la teoría del caos, que introduce conceptos como la sensibilidad a las condiciones iniciales y el efecto mariposa.
Luhmann, N. (1995). Social systems. Stanford University Press.  
  • Luhmann desarrolla una teoría de sistemas aplicable a la sociedad, explicando cómo los sistemas sociales se autoorganizan y mantienen.
Mandelbrot, B. B. (1982). The fractal geometry of natureW. H. Freeman.
  • Mandelbrot explica cómo los sistemas complejos pueden describirse mediante geometría fractal, lo que demuestra la naturaleza fractal de muchos fenómenos.
Meadows, D. H. (2008). Thinking in systems: A primerChelsea Green Publishing.  
  • Introducción accesible al pensamiento sistémico y cómo las interacciones entre partes generan comportamientos no lineales en sistemas complejos.
Minsky, M. (1986). The society of mindSimon & Schuster.  
  • Minsky describe la mente humana como un sistema complejo compuesto de muchas partes interconectadas que cooperan para generar la cognición.
Mitchell, M. (2009). Complexity: A guided tourOxford University Press.  
  • Mitchell ofrece una visión general de la ciencia de la complejidad, desde los sistemas biológicos hasta los sociales.
Morin, E. (2008). On complexity. Hampton Press.
  • Morin desarrolla su teoría del pensamiento complejo, que subraya la interconexión, la incertidumbre y la emergencia dentro de los sistemas humanos y naturales.
Prigogine, I., & Stengers, I. (1984). Order out of chaos: Man's new dialogue with natureBantam Books.
  • Prigogine y Stengers exploran la termodinámica de los procesos irreversibles y la estructura disipativa, conceptos clave para entender los sistemas alejados del equilibrio y su evolución.
Rittel, H. W. J., & Webber, M. M. (1973). Dilemmas in a general theory of planning. Policy Sciences, 4(2), 155-169. https://doi.org/10.1007/BF01405730  
  • Introducen el concepto de "problemas perversos" (wicked problems) en planificación y políticas públicas, donde las soluciones simples son insuficientes debido a la complejidad.
Senge, P. M. (1990). The fifth discipline: The art and practice of the learning organizationDoubleday/Currency.
  • Senge explica cómo aplicar el pensamiento sistémico a las organizaciones, mostrando cómo los problemas son cíclicos y cómo el cambio en una parte afecta al todo.
Sterman, J. D. (2000). Business dynamics: Systems thinking and modeling for a complex worldMcGraw-Hill.  
  • Una guía para aplicar el pensamiento sistémico en la dinámica empresarial, abordando cómo los sistemas complejos generan efectos no lineales.
Turing, A. M. (1952). The chemical basis of morphogenesis. Philosophical Transactions of the Royal Society of London. Series B, Biological Sciences, 237(641), 37-72. https://doi.org/10.1098/rstb.1952.0012  
  • Turing explora cómo los patrones complejos emergen de procesos simples en los sistemas biológicos.
Varela, F. J., & Maturana, H. R. (1980). Autopoiesis and cognition: The realization of the livingD. Reidel Publishing.
  • Desarrolla la teoría de la autopoiesis, describiendo cómo los sistemas vivos son autoorganizados y autorreferentes.
Zadeh, L. A. (1965). Fuzzy sets. Information and Control, 8(3), 338-353. https://doi.org/10.1016/S0019-9958(65)90241-X
  • El trabajo fundacional de Zadeh introduce la teoría de los conjuntos difusos, base de la lógica borrosa, que permite manejar la ambigüedad y gradualidad en sistemas complejos.