La elección de un buen terapeuta puede ser una tarea de proporciones
considerables. Una búsqueda rápida en Google revela las múltiples opciones
disponibles, pero ¿cómo se puede tomar esta decisión tan importante de forma reflexiva,
informada y en última instancia satisfactoria? Últimamente un par de amigos me han
pedido que les proporcionase referencias de terapeutas de confianza y eso me ha
llevado a pensar en por qué recomiendo a la gente que recomiendo.
Cuando doy a amigos o conocidos una referencia de un
terapeuta me tomo muy en serio la decisión de a quién derivar. Tengo una
pequeña lista de las personas en las que confío y recomiendo y la prueba de
fuego para mí siempre es pensar "¿enviaría a mis seres queridos a hacer
terapia con este profesional?” Pensando en quiénes son estos profesionales que personalmente uso como mi red de derivaciones de terapia, quería compartir con vosotros
las cualidades que hacen que cada uno de ellos sean grandes terapeutas con los
que trabajar. Así, si estáis pensando en cómo elegir un terapeuta, podéis
utilizar esta entrada como una herramienta para ayudaros a decidir.
Encontrar al terapeuta adecuado es una tarea muy relevante y
la decisión no se puede tomar a la ligera. Aunque no hay terapeutas perfectos,
sin duda hay algunos que están a años luz de los demás. Quiero que cada uno
encuentre al que sea bueno para él, así que aquí hay algunas cosas a tener en
cuenta en la búsqueda de un terapeuta:
¿Te sientes seguro?
La esencia fundamental de cualquier relación terapéutica es
la idea de que te sentirás física y emocionalmente seguro al trabajar con tu
terapeuta. Para que en la terapia se den resultados positivos se debe generar
un sentido de seguridad en la relación que ayude a fomentar la confianza y la
colaboración. Si no te sientes seguro no tendrás oportunidad de crecer. Sin
embargo también es importante recordar que, a veces, como parte del proceso de
la terapia, pueden emerger emociones difíciles y dolorosas que pueden hacerte
sentir inseguro por un momento en la relación. Pero cualquier terapeuta competente
te ayudará a pasar por esta fase y a alcanzar un sentido profundo de seguridad.
Si te sientes juzgado, avergonzado o menospreciado ya en las dos o tres primeras
sesiones… déjalo y busca otro profesional. Por lo tanto, número uno: tenemos
que encontrar a alguien que nos ayude a sentirnos seguros.
¿Te sientes comprendido?
Una segunda piedra angular de la relación terapéutica es la
capacidad del terapeuta para comprender lo que está pasando en tu vida y para
transmitirte este conocimiento de una manera que te ayude a sentirte comprendido.
Sin duda quieres salir de la sesión sintiendo que "el terapeuta realmente
sabe por lo que estoy pasando". La habilidad de comprender en profundidad
lo que está pasando en tu vida en tan sólo unas sesiones es algo que los
terapeutas aprenden, y seguro que quieres que eso se note en su relación
contigo. Si no te sientes comprendido empáticamente en referencia a los
problemas que te han llevado a la terapia es posible que tengas que buscar a
otro terapeuta.
No dudes en preguntarle.
Debido a que la búsqueda de un buen terapeuta es una
decisión tan importante, no tengas miedo de tomar la iniciativa y formularle las
preguntas que consideres conveniente durante la entrevista inicial. Si lo crees
importante, hazle preguntas tales como:
- ¿Por qué deberías elegirlo a él?
- ¿Ha estado en terapia? ¿Durante cuánto tiempo? Esta podría una pregunta importante. Si ha estado en terapia significa que valora el trabajo que hace y está dispuesto a ir a donde aconseja a sus clientes que vayan.
- ¿Tiene supervisión? (Esto también es importante ya que es un indicador del nivel de compromiso del terapeuta con la formación permanente).
Una de las mejores maneras de encontrar un buen terapeuta es
pedir referencias a amigos de confianza o a otros terapeutas. Esto no garantiza
que se trate de un profesional excelente, pero el consejo de alguien que conoces
es mejor en general que elegir a ciegas a alguien en Google. Normalmente, si
alguien ha tenido una buena experiencia en la terapia y quiere darte un nombre
y un número de teléfono, es más probable que te vaya bien a ti también.
Pregunta a unos cuantos si lo crees conveniente. Decide
después de haber ido a un par de sesiones.
Yo siempre animo a la gente a escoger a un par de terapeutas
diferentes y a informarse para decidir con cuál se sienten mejor. Ten en cuenta que elegir un terapeuta no es tanto un acto intelectual como un sentimiento.
Confía en tus instintos y haz caso a la intuición de qué es lo mejor. Y recuerda;
concédete un tiempo para tomar una decisión tan importante… ves a un
terapeuta 2 ó 3 veces antes de decidir si es o no la opción correcta. En
general es difícil tomar esa decisión en un solo encuentro de una hora.
Una buena terapia suele durar tiempo. No confíes en
soluciones instantáneas.
Una pregunta habitual que la gente me hace cuándo empiezan la
terapia es "¿cuánto tiempo va a durar?" Es una pregunta difícil
de responder de forma genérica, ya que realmente depende de muchos factores
tales como lo que se está trabajando, el tiempo de dedicación, el nivel de compromiso,
etc… Por el bienestar de todos mis clientes, quiero que se sientan mejor y
tengan una vida feliz y productiva tan pronto como sea posible. Sin embargo,
también soy consciente de que una terapia lleva tiempo--puede ser un proceso
que en algunos casos dure meses o años. Mantente alerta ante terapeutas que prometen
resultados rápidos. Muchas veces puede que una terapia muy rápida no sea lo
mejor si es que se centra sólo en dar consejos que realmente no tienen mucho
impacto al fin y al cabo. Si los consejos y las soluciones rápidas tuvieran
éxito siempre entonces casi nadie necesitaría nunca terapia porque nuestros amigos y familiares
ya habrían resuelto todos nuestros problemas… y sabemos que ese no es el caso.
No hay terapeuta perfecto. Mantente en movimiento.
Y, por último, la búsqueda de un buen terapeuta se basa en los
aspectos mencionados anteriormente, pero también en el reconocimiento de que no
hay un "terapeuta perfecto". Si te encuentras cambiando continuamente
de profesional puede ser señal de que estás buscando algo o alguien que no existe.
La mejor terapia es una relación basada en la confianza y la seguridad donde
las imperfecciones se pueden abordar, hablar y ordenar encontrando soluciones.
Si hay algo que no te gusta de tu terapeuta en las primeras dos o tres sesiones,
atrévete a decírselo. Cualquier terapeuta que valga la pena agradecerá este
feedback y te dará una respuesta no defensiva que te sea útil.
Encontrar el terapeuta adecuado y construir esa relación, que
puede cambiar tu vida, puede ser una de las experiencias más valiosas y
gratificantes. Espero que todos podáis conseguirlo.
Quentin Hafner
Nota (LB): Por lo que respecta a la titulación de un psicoterapeuta, que estás en tu derecho a solicitarle, la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas considera que las titulaciones idóneas para el acceso a la formación en Psicoterapia son la licenciatura de Psicología y la licenciatura de Medicina (y más aún las respectivas especialidades de Psicología Clínica y Psiquiatría), estableciendo unos niveles de formación y experiencia cuyos mínimos se recogen en el Título V de los Estatutos y las Disposiciones transitorias que los regulan.
Consulta la web de FEAP (http://www.feap.es) si quieres asegurarte de que tu terapeuta cumple dichos requisitos imprescindibles.
Nota (LB): Por lo que respecta a la titulación de un psicoterapeuta, que estás en tu derecho a solicitarle, la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas considera que las titulaciones idóneas para el acceso a la formación en Psicoterapia son la licenciatura de Psicología y la licenciatura de Medicina (y más aún las respectivas especialidades de Psicología Clínica y Psiquiatría), estableciendo unos niveles de formación y experiencia cuyos mínimos se recogen en el Título V de los Estatutos y las Disposiciones transitorias que los regulan.
Consulta la web de FEAP (http://www.feap.es) si quieres asegurarte de que tu terapeuta cumple dichos requisitos imprescindibles.